Leverage (Las reglas del juego)

Robin hood, ese tipo vestido de verde que junto a aquellos rebeldes que vivian en los bosques de Sherwood robaban a los ricos para dárselo a los pobres. Leverage sería algo algo del estilo, pero en la actualidad.

Nathan Ford es un hombre honesto que ha entregado muchos años de su vida para trabajar en una empresa importante de seguros. Todo va a las mil maravilla hasta que el hijo de Nate enferma. La empresa de seguros le niega la ayuda que el suplica y su hijo fallece. Nate pierde la cabeza y su obsesión es sólo una: hundir su antigua empresa.

Nate Ford reune un grupo de personas con cualidades excepcionales:
La timadora: Sophie Deveraux utiliza su labia y su manipulación para que la gente haga lo que ella quiere. Habla un sinfín de idiomas y es una experta en el arte del disfraz

Gina Bellman es Sophie Deveraux

El hacker: Alec Hardison tenía dieciséis años cuando consiguió hackear varias webs del gobiernos de los EEUU. Así que no es de extrañar que con unos añitos más sea un experto en piratear cualquier cosa que pueda llevar algún tipo de ordenador. Es también el encargado de crear identidades falsas.

Aldis Hodge es Alec Hardison

El matón y experto en recuperaciones: Eliot Spencer puede luchar contra cinco hombres especializados en artes marciales y salir indemne. Conocedor de todo tipo de armas y de cualquier arte de lucha es además un gran cocinero y cantante de country.

Christian Kane es Elliot Spencer

La ladrona: Parker es el personaje más misterioso de todo el equipo, y el que está más loco. Parker es capaz de abrir cualquier caja fuerte, de evitar rayos láser a prueba de robos y de lanzarse desde lo alto de un edificio con una cuerda sin despeinarse. Es temeraria y arriesga al máximo.

Beth Riesgraf es Parker

El cerebro: Nate ford será quien guié a este equipo, mediante unos auriculares minúsculos iventados por Hardison, en todo tipo de misiones arriesgada, consiguiendo que planes que se tuercen salgan bien. Y todo con una copa de whisky en la mano.

Timothy Hutton es Nathan Ford.

La serie es entretenida y algunas misiones son realmente originales. El estilo visual y la banda sonora recuerda mucho a peliculas del mismo estilo: Oceans eleven, Italian Job, etc. Cada personaje tiene su propia personalidad, que choca con la de los demás creando situaciones realmente divertidas. Hay alguna que otra fantasmada (bastantes en el caso del hacker), pero la mayoría cuelan y se integran dentro del capítulo. Practicamente todos los capítulos son autoconclusivos, eso ayuda a que ninguna trama se haga demasiado pesada.
Esta serie es como el típico libro de verano: divierte, no es complicada de seguir y engacha.