martes, 24 de enero de 2012

Legado de Christopher Paolini

El jinete de Dragón cabalga de nuevo. 
El legado llega a su fin, pero la leyenda nunca muere. 
No hace tanto tiempo, Eragon -Asesino de Sombra, Jinete de Dragón- no era más que un pobre muchacho que vivía en una granja y su dragona, Saphira, una piedra azul oculta en el bosque. Ahora, el destino de una civilización recae en sus hombros.
Los largos meses de entrenamiento y batallas le han traído victorias y esperanzas, aunque también pérdidas terribles. Pero la verdadera batalla aún no ha llegado: deberán enfrentarse a Galbotorix. Cuando finalmente lo hagan, tendrán que ser suficientemente fuertes como para derrotarle porque si ellos no lo hacen, nadie podrá. No habrá segunda oportunidad
El jinete y su dragona han llegado mucho más lejos de lo que nadie se atravía siquiera a imaginar, pero ¿pueden derrotar al malvado rey y devolver la justicia a Alagaësia?. Y si así es ¿cual será el precio a pagar?



Aquella historia repleta de fantasia que por el año 2004 hiciera su aparición, y que trataba de un chico de familia humilde, de nombre Eragon, que por una casualidad de la vida quedaba unido al destino de una dragona, y sin saberlo a la de todo su país, llega a su final con Legado.
Antes de entrar en materia quiero agradecer que en esta saga las primeras páginas del libro estuvieran destinadas a ocupar un pequeño resumen que ayudaba a recordad lo ocurrido en anteriores entregas. Ideal para este tipo de libros que salen uno cada varios años. Algo que los lectores agradecerán por no tener que releerlos cada dos por tres, ya sea por falta de tiempo, de ganas o por acumulación de lectura.

Como era de esperar la prosa de Paolini a vuelto a mejorar, convirtiéndose (desde Eragon) en una lectura más cómoda, menos infantil (juvenil rayando lo adulto) con algunas florituras que adornan la escritura, pero sin sobrecargarla con éstas para que la historia sea fluida.
La historia es bastante lineal, con personajes que van del punto A al B sin demasiadas sorpresas por el camino. Eragon es el personaje que quizás se desvía más veces de ese camino para enseñarnos lugares mágicos, oscuros e interesantes, que se vuelven monótonos, a veces, por una progresiva perdida de ritmo.
La batallas, que ocupan gran parte de Legado, están magníficamente recreadas y en ellas nadie estará a salvo. Estos son los capítulos del libro en que cualquier personaje puede caer en combate.
Roran y Nasuada, como ocurriera en entregas anteriores, y desde que Eragon perdiera ese punto de "lado oscuro" para convertirse en un ternerito dulce y amigable amante de la meditación extrema, tienen las historias más atractivas y las personalidades más verosímiles.

El final de la historia hace justicia a toda la saga y dejará satisfechos a la gran mayoría de los lectores que esperaban ansiosos ese enfrentamiento final con Galbatorix. Un personaje, por otra parte, exquisitamente tallado y definido, con el mimo que sólo un padre puede dar a su creación.
El fallo garrafal de esta obra llega tras la batalla final. Es cuando Paolini decide que tiene que dejarlo todo atadísimo, al milímetro, sin  dejar resquicios para que la mente de lector pueda imaginar y volar libre. Y entonces nos ofrece un "epílogo" de cien páginas repletos de paja con un ritmo pausado que se convertirá en un potente somnífero de gran calidad. ¿Es la tristeza de Christopher Paolini por desprenderse de sus personajes lo que da lugar a toda esa escritura sobrante? Probablemente sí, y es algo que algunos lectores no se lo perdonarán.
Aún así perderse está saga no es una elección para cualquiera a quien le guste la fantasía, soñar, la magia, y los dragones de brillantes escamas y voz dulce.

4 comentarios:

  1. Tengo esta saga en casa para comenzarla ya que, cuando algo despierta tantas pasiones, tengo que leerlo. Me puede la curiosidad.
    Te contaré que el otro día en El corte Inglés oí a un señor pedir "el libro ese que tiene una rana muy fea en la portada" refiriéndose a este libro. Así que es para todas las edades jaja
    Besos

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  2. ¡¡¿¿¿Una rana¡¡??? Madre mía, pobres dragones. ¡Jajajajaja!

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  3. Una rana!! XDD Vaya tela!!
    Supongo que les puede el sentimentalismo al terminar su preciada saga y por eso se explayan con los "epílogos" y finales. A ver si aprenden a terminar las historias cuando deben, en su punto álgido!
    En fin, me alegro que te gustara pese al final ;)

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  4. En su día no me gustó "Eragon", por lo que no continué con la saga. De cualquier modo, como contra gustos no hay disputas, entiendo que haya una gran mayoría de seguidores a los que les apasiona la historia.
    Un beso.

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