lunes, 4 de febrero de 2013

Django Desencadenado


Django es un esclavo que va atado con pesadas cadenas de hierro que se le clavan y le hacen heridas tanto en pies como en manos.Anda arrastrando sus piernas junto a sus compañeros siempre ante la atenta mirada de los esclavistas que los vigilan rifle en mano. En la negrura de la noche aparece un carromato. Sobre él hay la representación de una muela que se bambolea gracias al muelle que la une al techo. Los esclavistas dan el alto al extraño y este se presenta como un dentista que busca a una persona: Esa persona es Django, que ve con extraños ojos como ese "dentista" acaba con los esclavistas y se lo lleva de aventuras tratándolo como a un semejante y no como a un simple y pobre negro esclavo. Lo que Django no sabe es que gracias a ese nuevo amigo y a su pericia con las armas se convertirá en un liberto de leyenda.



Una vez se ha disfrutado del visionado del último delirio de Quentin Tarantino uno se da cuenta, además de que quizá le sobra un poco de paja (pero muy poco), es que Django desencadenado debe ser de la películas más "normales" de este director.
Django es un cariñoso homenaje a todo ese western que durante un tiempo nuestros padres pudieron disfrutar. Desde los títulos de crédito, (con un diseño antiguo, simple pero efectivo) hasta esa gran banda sonora con temas tan conocidos como el que originalmente aparecía en Lo llamaban Trinidad protagonizada por un mito como Terence Hill. Y en lo que música se refiere la película no sólo está plagada de temas tan buenos como del compositor de películas del oeste por antonomasia, Enio Morricone, si no que un tiroteo puede ser la excusa para poner, con muy buen gusto y en el momento adecuado, un rap que casará a la perfección con la escena.
Si otra cosa llama la atención es lo comedido que Tarantino ha estado en este film. No esperéis grandes sangrías  ni desmembramientos, sólo y en escasos momentos chorros de sangre que fluyen bajo una ráfaga de disparos. Pero viniendo de un director tan acostumbrado al ketchup extraña, pero no se echa de menos. Talvez Django simplemente no lo necesitara.
 Tarantino con Django desencadenado demuestra que su estilo ha madurado hacía un nuevo y potente nivel tanto visual como narrativo sin necesidad de llenar la pantalla de rojo sangre, pero sin olvidar esas conversaciones que se eternizan en temas en principio superfluos o esas escenas hilarantes pero llenas de realidad (momento de las capuchas), y sin olvidar jugar con la nostalgia del cinéfilo.



Pero Django además de Tarantino y buena música es también un gran elenco de actores. Y aunque todos tiene una más que interesantes interpretaciones es Christoph Waltz en el pellejo del "dentista" King Schultz el que se lleva la palma (como ya hiciera en Malditos Bastardo). La interpretación que brinda hace que cualquiera de sus compañeros (Jamie Foxx, Leonadro Dicaprio) queden eclipsados ante tanto torrente de buenos modales europeos, humanidad y humor de buen gusto. Por eso no es de extrañar que haya ganado un Globo de Oro, entre otros premios, y esté nominado a un Oscar de la academia.




1 comentario:

  1. Una decepción 'Django', no me esperaba un clásico pero sí una película más divertida. Apenas aparecen esos diálogos crujientes marca de la casa, y como siempre, qué pena que sus pelis estén tan vacías. ¿Cuándo encontrará messieur Tarantino algo para lo que tan bien sabe hacer: contar? Un saludo!

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