martes, 16 de abril de 2013

Breve crónica de un día en el 31º salón del cómic de Barcelona




Desde el jueves pasado hasta el domingo día 14 se llevó a cabo uno de los certámenes sobre cómic más importantes de Europa : El salón internacional del cómic de Barcelona. Esta vez en su 31ª edición predominaban el tema super héroes y western sobre cualquier otro tema. Así pues no era de extrañar que nada más entrar me encontrara con la exposición sobre el 75 aniversario del principal héroe de la DC : Superman. Y otra sobre los 50 años de dos de los grupos más famosos de justicieros: La patrulla X y Los vengadores.






Historia, originales, primeros números, páginas sin entintar, ilustraciones especiales y con firmas e incluso portadas de otros países eran las curiosidades que en ambas exposiciones se podían encontrar.

Como la gran S de Superman me había atraído hasta susodicha exposición tuve que desandar unos cuantos pasos para poder disfrutar de otra igual de interesante: Cuadernos de viaje.
Aquí se hacía un recorrido por las obras y cuadernos de muchos autores conocidos (Paco Roca, Lluïsot, Susanna Martín, Florent Chavouet, entres otros) que cuando viajan siempre llevan un cuadernito para tomar notas y hacer sencillos dibujos. Muchos de esos cuadernos más tarde se han convertido en libros o novelas gráficas.



Desde aquí encaminé mis pasos hacía los primeros tenderetes pero enseguida un hombre me invitó a que me uniera a los que ya esperaban en una sala de actos para poder ver el tráiler de la primera película de super héroes española: Capa Caída.
Allí, director, actores y demás componentes, hablaron sobre la película que aún se halla en post-producción. Comentaron que necesitan una distribuidora para que pueda llegar el film a los cines pero viendo lo interesante que pintaba el tráiler no dudo en que lo conseguirán.

Tras dicha presentación me dediqué a mirar un poco que se cocía en los stands de cómics y merchandising.




En el stand del club Star Wars Catalunya a parte de gente disfrazada, varios R2-D2 y un diorama de grandes proporciones pude disfrutar de objetos bastante extraños sobre la saga galáctica.




Sigo con el recorrido y me encuentro con otra exposición:  El humor no se recortar. En ella se puede disfrutar de diferentes páginas o viñetas de un sinfín de publicaciones tantos españolas como algunas extranjeras en las que se satiriza sobre los recortes y la crisis.



Casi en la otra punta del salón y pegada una junto a la otra dos expos más. Por un lado tenemos: Aventuras de un oficinista japonés de José Domingo. Cómic que trata sobre las aventuras y desventuras por las que pasa un pobre oficinista hasta llegar a su casa. Con varias viñetas expuestas ya me hice la idea de lo surrealista del cómic.


Por otro lado: Sangre de mi sangre. Primera novela gráfica de Lola Lorente autora que comenzó den fazines y revistas hasta conseguir llevar su obra al gran público.


Miguel Ambrosio Zaragoza, más conocido como Ambrós se le conoce sobretodo por ser el dibujante de clásicos como El capitán trueno o El corsario de Hierro. En la exposición Ambrós: El trazo de un maestro se podía recorrer todo la trayectoria de este genio.



A la otra punta del salón del cómic y tras pasar por varias exposiciones más pequeñas se llegaba al Saloon del cómic allí se encontraba una exposición que ocupaba toda una sala : Por un puñado de cómics.
He decir que me gustó, que era muy completa (con todo tipo de objetos y decorado que semejaba un pueblo del oeste) y entretenida e incluso para alguien como yo que el cómic sobre el lejano oeste ni fu ni fa.





Una vez más salgo contento de un salón completo entretenido y didáctico. Si tuviera que dar un punto negativo este se lo daría a lo desaprovechado del escenario, con pocas actuaciones y las que había de dudosa calidad. Aún así, como siempre me quedo con ganas de más así que, y si no recuerdo mal, toca esperar hasta finales de noviembre para el XIX salón del manga.

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