jueves, 22 de agosto de 2013

El Último Héroe




Cohen el Bárbaro. Es una leyenda viva, el héroe más grande del Mundodisco.
Todavía se acuerda de las aventuras en los viejos tiempos. Todavía se acuerda de cuando los héroes no tenían que enfrentarse a los dolores de espalda, ni a los chupatintas, ni a las consecuencias de la "civilización". Todavía se acuerda de como blandir con fuerza su espada...
...aunque algunos días no recuerda dónde ha dejado su dentadura postiza.
Para escapar a la decrepitud y alcanzar una muerte gloriosa, Cohen reúne a sus viejos (muy viejos) compañeros de la Horda de Plata con la intención de llevar a cabo una última gesta heroica. Ascenderán a la cima más alta  del Mundodisco para ver a los dioses y devolverles lo que el primer héroe les robó. Con intereses.
El único problema es que puede significar el fin del mundo si nadie los detiene a tiempo.



El último héroe es la vigesimoséptima entrega de la serie Mundodisco creada por Terry Pratchett, y en conjunto resulta un libro grande, muy grande. No solo de forma literal, ya que la edición es enorme (con un precio, eso sí, ajustado) seguramente para poder albergar los preciosas y geniales ilustraciones de Paul Kidby. Si no que la historia, una fábula que narra la historia de una horda de bárbaros octogenarios, junto con las ilustraciones ya mencionadas, convierten el libro en toda una pieza de coleccionista.
Para todo aquel que no conozca a Terry Pratchet (si es que aún queda algún despistadillo) decir que es el creador del Mundodisco: un mundo fantástico que en cuanto se explora un poco uno se da cuenta que resulta ser un espejo del nuestro. Así pues mediante la fina ironía y la sátira magistral que utiliza el autor podemos encontrarnos pensando "¿acaba de decir lo que creo que acaba de decir?" o "esto me recuerda a aquel conflicto, me recuerda a aquel suceso, etc". En el último héroe, y a pesar que en un principio es una fábula, también se encuentran estos paralelismos. Por no hablar de situaciones disparatadas e hilarantes.



Los protagonistas, una horda de guerreros, ancianos y venidos a menos tratan de darle su merecido a unos dioses que les han dejado un poco abandonados. Entre ellos se encuentra Cohen el Bárbaro, el cual ya había hecho algún papel secundario en otras novelas de Mundodisco. Por otra banda nos encontramos a Rincewind, un agente de la guardia y un personaje con un notable parecido a Leonardo Da Vinci que intentarán detenerles. Aunque la novela apenas alcanza las 176 páginas la diversión está más que asegurada. Pero esta vez Paul Kidby, portadista oficial desde 2001 (y tras la muerte de Josh Kirby), se une a la fiesta aportando unas ilustraciones a toda página (en algunos casos a dos páginas) a todo color y en papel satinado. Verdaderas obras de arte todas ellas, y un lujo para la vista.



El Último Héroe es una historia tan divertida como entrañable, tan disparatada como ingeniosa, que a poco que nos demos cuenta se habrá terminado en un santiamén; así pues no nos quedará más que la opción de releerla.


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