lunes, 19 de octubre de 2015

Los gemelos congelados (Una aventura de Flanagan)




¿Qué hacían los cadáveres congelados de dos niños de cuatro años en medio de un bosque nevado? ¿De dónde habían salido? Y, sobre todo, ¿por qué desaparecieron sin dejar rastro después de que una única testigo afirmara haberlos visto? Flanagan, ya adulto, se ve en una situación en la que solucionar este misterio es su única alternativa para evitar el embargo del bar familiar y poder plantearse un futuro en el que pueda estudiar criminología y llegar a ser detective privado profesional. Pero el misterio, que con el paso del tiempo se ha convertido en carne de parapsicólogos, admite toda clase de adjetivos desalentadores: absurdo, imposible, irreal, indescifrable. La investigación le lleva al ambiente sofocante y cerrado del pueblo pirenaico de Valldenás, donde todo el mundo parece tener algo que ocultar. Asesinatos, corrupción, engaños, sobornos, persecuciones... De sorpresa en sorpresa y de sobresalto en sobresalto, sin perder nunca el sentido del humor, Flanagan acabará encontrando el hilo que conduce hacia la revelación de una verdad aterrador



A Juan Anguera, más conocido como Flanagan, tuve el placer de conocerle cuando yo cursaba primer año de instituto, y por aquel entonces ambos teníamos la misma edad. Me fue fácil empatizar con sus aventuras de detective adolescente y con sus primeros escarceos amorosos de juventud. Desde No pidas sardina fuera de temporada ha llovido mucho, más para mí que para Flanagan que, en Los gemelos congelados apenas sí ha envejecido cinco años. Ahora es mayor de edad y se encuentra con el horrible destino de tener que empezar un trabajo horrible para ayudar en las finanzas de su familia, que están bajo cero. Flanagan decide buscar un camino alternativo, y ese será resolver un caso de esos tan misterioso como imposibles en nombre de una agencia de detectives que parece confiar en él, y con suerte ser contratado. El caso que intenta resolver lo llevará a un pueblo de montaña, Valldenás donde parece ser que nadie es trigo limpio.

Los autores, que también tienen pinta de detectives


Andreu Martin y Jaume Ribera vuelven a ponerse manos a la obra para ponérselo difícil a Flanagan con un caso que lo llevará de un lado para otro y que una vez más lo volverá loco con triángulos amoroso, o cuadrados. ¡Este Flanagan sigue siendo un crápula! 
Me alegra volver a simpatizar con Flanagan; descubriendo que no importa la edad que tengas porque Los gemelos congelados es una buena novela negra que te atrapa desde el primer momento, con unos diálogos tan reales como ocurrentes, y unos secundarios (en ocasiones muy singulares) tan o más importantes que los protagonistas. Diversión, esa sería la palabra, además de misterio, y es que los autores son unas eminencias a la hora de hacer reír creando situaciones desternillantes, sin dejar de lado el romanticismo, la acción y hasta el desasosiego en los momentos de más tensión.

La primera aventura de Flanagan.


Los gemelos congelados es la ultima aventura del conocidísimo detective, de estar por casa, Flanagan. No defraudará ni a seguidores del personaje ni a los que busquen una buena novela negra; con una historia coherente, con giros sorprendentes y con una final agridulce de esos que tanto se estilan en la serie, y que te dejan soltando algún que otro suspiro.

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