lunes, 12 de diciembre de 2016

5 Centímetros por segundo




Takaki Toono y Akari Shinohara estaban destinados a encontrarse, así que cuando sus vidas se cruzaron en el colegio enseguida hicieron buenas migas. Llegaron a compartirlo todo, sus sentimientos, sus ilusiones, expectativas de futuro y risas. Y así pasaron los años. Evidentemente Toono Y Akari se habían enamorado y habían forjado una unión inquebrantable, que, por desgracia, la distancia debilitaría. Y es que un buen día el padre de Akari es trasladado, por razones de trabajo, a otra ciudad, y toda la familia, como es lógico, debe ir con él. A partir de ese momento, de esa triste despedida, seguiremos los pasos del muchacho que quedó con el corazón roto en este manga titulado: 5 Centímetros por segundo.



5 Centímetros por segundo, que es la velocidad media a la cual caen los pétalos de cerezo del árbol, es una historia de amor ejecutada por dos mentes pero sólo por dos manos. Me explico: por un lado tenemos a Makoto Shinkai, reputado director de cine de anime, que en su haber tiene grandes película como Viaje a Agartha o la más actual Your Name (Kimi no nawa) que se ha convertido ya en la tercera película de anime más taquillera de la historia. Él, en 2007, fue el encargado de llevar a cabo una película de animación llamada 5 Centímetros por segundo que tuvo gran acogida y que hizo que más de un espectador saliera del cine con alguna que otra lagrimilla. Tras este éxito se hizo una adaptación al manga y la encargada para ello fue la mangaka Yukiko Seike que llevaría la historia un poco más allá de lo que explicaba la película.



5 Centímetros por segundo es una historia agridulce. El amor adolescente, la esperanza de un nuevo encuentro, las confesiones más íntimas… todo ello será la parte más dulce de lo relatado. Pero también es cierto que a lo largo de las páginas asistiremos a ese inevitable paso del tiempo que acarrea la sensación de oportunidades desperdiciadas además de mostrarnos, mediante varios personajes, una existencia marcada por amores platónicos que no dejan avanzar libremente, siendo un lastre en el duro camino de la vida. Los temas pendientes, los corazones con cicatrices producidas por desamores, esa será la parte más agría contada en 5 Centímetros por segundo.



El dibujo de Yukiko Seike es preciosista, detallista y evocador, muy bucólico en los paisajes. Y debe serlo, pues muchas escenas se cuentan con silencios y recuerdos; escenas en las que las imágenes hablan, y lo hacen por si solas: con miradas de complicidad, sonrisas tímidas sin atisbo de humor y lágrimas cálidas o solitarias que serán la culminación de un momento triste o placentero.




5 Centimetros por segundo es un manga realista. Uno de esos que pueden dejarte con el corazón algo herido. Pero la historia, que muestra de forma elocuente y formidable todos esos sentimientos abrumadores y contradictorios que asaltan al que se enamora, anima siempre a seguir amando, a continuar luchando por lo que queremos y a tomar decisiones, aunque éstas en ocasiones puedan no ser las más acertadas.  

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Ms. Marvel 2: Generación ¿Por qué?

¡El segundo volumen de la serie-sorpresa del año! Kamala explora su herencia inhumana a través del más inesperado miembro de la raza: ¡Mandíbulas! Todas las chicas quieren un cachorrito, pero quizás éste sea demasiado complicado de manejar. Y además: el día de San Valentín ha llegado… ¡Y Kamala va a pasarlo en compañía de Loki, el Dios de las Mentiras! Si todavía no conoces la serie mejor valorada de La Casa de las Ideas, ha llegado el momento de remediar semejante error. No te puedes perder las aventuras de Ms. Marvel. 


En Ms. Marvel volumen 2: Generación ¿Por qué?, continuamos con las aventuras de Kamala Khan. Parece que Ms. Marvel ya empieza a dominar los poderes que consiguió en el volumen uno: Fuera de lo normal. Así que, como toda buena súper heroína decide que ya va siendo hora de derrotar a su primer enemigo: El inventor, o como ella prefiere llamarlo “ese pajarraco”. Esta vez no estará sola, tiene a Mandíbulas: una especie de chucho gigantesco con bigote capaz de tele transportarse. A su familia no le hará mucha gracia tener que adoptar a un can de tales proporciones pero Mandíbulas es un animalillo que se deja querer. ¡Delirante! Por si esto no fuera poco Loki hará acto de presencia en una fiesta de San Valentín para poner las cosas patas arriba. Sí, Kamala se verá desbordada, aunque, si bien es cierto, también conocerá al hombre de su vida. O eso piensa ella.



En Ms. Marvel volumen 2 volvemos a encontrarnos a G. Willow Wilson como cabeza pensante. Sus descacharrantes historias aúnan lo mejor de los  cómics de súper héroes (ya sabéis: acción, diálogos ocurrentes, ciencia ficción llevada al límite) con la fresca y original forma de tratar los miedos e inseguridades que puede sufrir un adolescente. En los números que darán por cerrado el arco argumental de El inventor Kamala Khan no sólo luchará contra el típico villano que tiene una visión del mundo muy retorcida, sino que hará frente a todos esos prejuicios que tachan a los adolescentes de parásitos de la sociedad. Vamos, lo que aquí se conoce como la generación ni-ni.



A los lápices encontramos un trio de estrellas, aunque unas brillan más que otras. Adrian Alphona vuelve a ser el más original, alegrándonos la vista con ese bello, colorido y desgarbado dibujo de falso boceto. Además, es todo un aliciente intentar buscar todas esas ocurrencias que el dibujante canadiense se entretiene en esconder en cada viñeta. Desde un Marty McFly (más adelante encontraremos a Doc y hasta un boceto del condensador de fluzo) hasta orondos policías algo torpones o anuncios de wifi gratis en el armazón de un robot asesino en mitad de una pelea a vida o muerte. Una vez leída la historia aconsejo repasar cada viñeta atentamente para descubrir más de una divertida curiosidad. Elmo Bondoc y Takeshi Miyazawa son los otros dos artistas que dan forma a Ms. Marvel y su mundo. En los dos casos sus dibujos son muchos más estilizados y encajan más dentro de los cánones de belleza (y siempre comparando con Alphona) de este tipos de cómics. En el caso de Miyazawa las influencias del manga se dejan ver sobre todo en los rostros.



Ms. Marvel volumen 2: Generación ¿Por qué? continúa con la misma originalidad y frescura con la que empezó. La protagonista empieza a crecer, a evolucionar, a convertirse en una mujer, y eso, además de dar juego en la historia crea nuevas situaciones en las que el humor siempre tiene cierta notoriedad. La naturalidad con la que narra G. Willow Wilson unida a ese conjunto de personajes carismáticos, divertidos e inolvidables hacen que incluso la historia más floja de Ms. Marvel se lea del tirón. Ahora que ya he conocido a Kamala Khan, a su familia, a sus amigos (humanos e inhumanos) a su perro e incluso a sus enemigos, ahora que ya conozco su mundo al completo he de decir que todo él me ha gustado. Ahora que ya estoy atrapado, ya no puedo dejar de preguntarme: ¿para cuándo el volumen 3? 

lunes, 7 de noviembre de 2016

Breve crónica de un día en el XXII Salón del manga de Barcelona



Se acabó el Salón del manga de Barcelona. Bueno, en realidad hace casi una semana que lo hizo. No es que yo sea lento en reflejos, ni perezoso a la hora de crear este tipo de entradas en el blog, es simplemente que necesito que todo lo que he llegado a vivir, a sentir y experimentar en ese lugar, mi mente lo acabé de asimilar. Soy de lenta asimilación, lo reconozco. Pero así, de esta forma, luego escribo de una forma menos pasional. ¿Cuela? En fin, como decía, el XXII Salón del manga de Barcelona ha terminado, y una vez más con cifra de record: 142.000 visitantes. Unos 5.000 más que el año pasado. Este récord empieza a ser una bonita costumbre. Lo que no es bonito son las largas colas que se siguen formando para poder entrar. Yo, personalmente, tardé 50 minutos en pasar por la puerta de acceso. Lo curioso es que el lunes todavía quedaban entradas en taquilla, con una exigua cola de gente que entraba al momento. Es bastante injusto que los que no son previsores y no han comprado su entrada por anticipado se les “premie” accediendo al salón antes. Aquí la organización sigue teniendo un grave problema, y los visitantes una vez más han protestado sobre él por las redes sociales. Pero hablemos de lo que sí se hizo bien. Que fue todo lo demás. Os haré un breve resumen de las once horas que pasé vagando por ese mundo repleto de mangas, merchandising, exposiciones, videojuegos y cosplayers.



Mi primera parada fue en el espacio gastronómico. Allí corrí como alma que lleva el diablo para comprar un mochi y saborearlo. ¡Madre mía qué manjar! Como no me había quedado lo suficientemente saciado decidí que sería una buena idea ver uno de los talleres de cocina. De la mano de Risa Nagano, los allí presentes, pudimos aprender (que por cierto no es muy difícil) como hacer mizu mochi (mochi gota de agua). Gracias a unas cámaras ubicadas cobre la cocinera no nos perdimos ni uno de los pasos que ésta dio hasta conseguir acabar el postre. Por cierto, ¿por qué en este tipo de eventos siempre hay un maleducado o maleducada que se levanta de su asiento para hacer fotografías, en vez de estar atentos, tapando la visión de los demás? Supongo que es un misterio digno de cuarto milenio.



Dejo atrás la zona gastronómica por que los aromas del lugar me dicen “compra y come” y ni mi economía ni mi estómago daban para tanto. Aunque en mi fuero interno sabía que más tarde volvería. Mi destino esta vez me lleva hasta la planta 2: El espíritu de Japón. Como cada año este lugar está orientado a mostrar toda la cultura que rodea al país nipón. Este año los visitantes podían intentar en el taller de Sumi-e (pintura tradicional japonesa) dibujar algo decente sin pringarse demasiado de tinta. Tres cuarto de los mismo con el taller de escritura japonesa. Y una vez ya te habías pringado lo suficiente podías ir a la sala de té a relajarte, a la de lectura o a que te enseñaran movimientos básicos de Aikido.



Yo, personalmente, preferí disfrutar de las exposiciones. La primera fue la de bonsáis: árboles que guardan cierta afinidad con Tyrion Lanister, aunque éstos eran algo más agraciados. No lejos de esta exposición el artista Chisato Kuroki nos mostraba lo que pueden hacer unas manos, un puñado de barro y un horno. En la otra punta de este espacio podíamos descubrir a Miyamoto Musashsi, un samurái legendario que repartió a diestro y siniestro por todo Japón y que la sola mención de su nombre producía dolores intestinales a más de uno. Antes de volver a la planta uno me entretengo un rato disfrutando de esa exposición que muestra como la literatura y el manga han llegado a fusionarse, haciendo que obras como La metamorfosis de Kafka o Don Quijote de Cervantes ahora sean mucho más accesibles para todo tipo de público; sobre todo para aquel que pasa de leerse los libros.



Antes de seguir con mi ruta me como otro mochi. Si es que lo sabía, sabía que tarde o temprano volvería a la zona gastronómica.
Me voy directo al palacio 4. El lugar donde cómic Joso tiene sus exposiciones y sus talleres de dibujo. Allí están también las asociaciones españolas de Star Wars. Como buen fan de la saga no puedo dejar de hacer fotos mientras me emociono. Es que uno tiene su corazoncito.



Mis pasos esta vez me llevan hasta la zona nueva: el palacio 5. Este año se ha vendido a bombo y platillo sus chorrocientos mil metros cuadrados, pero al llegar queda en evidencia que la mitad del espacio está vacía. Miremos el lado bueno, hemos ganado en retretes. Y en los de esta zona ni siquiera había cola. Un alivio para las chicas. Retomo el hilo de nuevo, que me pierdo, así os cuento que en esta zona había un ring en el que un puñado de chavales se estaban dando leña de la buena. Pero nadie salía herido, pues se practicaba esgrima con armas acolchadas. Además de softcombat, aquí habían varias exposiciones, como la de los inicios del manga o la de los monstruos gigantescos que más veces han destruido Japón. Godzilla se llevaba la palma.






Una pequeña pausa para comer y a la sección de videojuegos. La mayoría del palacio está enfocado al tema de este año: Yo-Kai Watch. Ya sabéis, el chaval ese con un reloj que busca pokemons, esto…, quería decir yokais. Mis ojos fijan su objetivo en una belleza: la NES mini classic. Lloró un poco de la emoción, me recompongo y huyo del lugar humillado pero satisfecho. Pero, ¿qué es eso que oigo? ¿Son tambores? En el exterior se está llevando a cabo un concierto de taiko, tambores y flautas japoneses para crear una preciosa música tradicional.





Vuelta a la zona gastronómica. Otro mochi y hago hat-trick. Mis rodillas me avisan que si no me siento dejarán de funcionar así que decido tomar asiento y ver de qué va el taller de cocina al cual han puesto un sugerente nombre: Las 7 bolas comestibles de Dragon Ball. De forma resumida os podría decir que tres cocineros, con una gran imaginación, hicieron siete exquisitos platos en forma de bola. ¡Qué delicia! ¡Qué hambre!





Todavía me queda un poco de tiempo para vagar por la zona de merchandising. Ahora que hay menos visitantes se pasea con fluidez y se pueden ver los tenderetes al completo. Sin tener que disfrutar de la vista del cogote de alguien o tener que olerle el sobaco a otro. 



Cuando por los megáfonos dicen que queda un cuarto de hora para cerrar decido dar por zanjada la visita. Han 11 horas caminando, mirando y gozando del XXII Salón del manga de Barcleona. Un salón que sin duda es único en Europa. Ahora solo queda pensar, y prepararse, para el próximo salón del manga de Barcelona.

viernes, 14 de octubre de 2016

Muertes en el laberinto



Los laberintos del Castillo Limbo se convierten en escenario de las espantosas alucinaciones de un niño. Pero ¿son realmente alucinaciones?
Michael "capta" en los laberintos reliquias mágicas y chamánicas de tiempos antiguos:

Un puñal vikingo utilizado para sacrificios humanos, cuya forma parodia la de un Cristo crucificado.
El casco de un soldado romano, que contiene un fragmento de cabeza todavía fresco.
Trozos de animales descuartizados.
Y allí se conserva también el Santo Grial, convertido en aberrante receptáculo de una monstruosidad blasfema.
El horror en estado puro.


A Robert Holdstock se le conoce sobre todo por haber sido un prolífico escritor que se movía como pez en el agua en los géneros de la fantasía y la ciencia ficción. Bosque Mitago, su obra más célebre y laureada, es un claro ejemplo. Pero Holdstock también jugueteó con otros géneros a los que quizás no nos tenía tan acostumbrados. Con Muertes en el laberinto (The Fetch en el original) se introdujo de lleno en el terror, llevándonos a un mundo retorcido y perturbador de la mano de un niño que tiene un poder extraño y peculiar. Un niño que al principio parece solamente un chaval con una imaginación desbordante pero que, poco a poco y debido a unos hallazgos sobrecogedores que irá haciendo, los que le rodean empezarán a tomárselo más en serio.


Muertes en el laberinto toma un poco de aquellos mundos sobrecogedores y retorcidos que Lovecraft imaginó. Bebe de aquellos terrores a monstruos primigenios y a lugares inimaginables para la mente humana. Oscuridad, monstruos que se agazapan tras rocas formadas por pizarra, lugares decrépitos y abandonados, restos de objetos o personas que pertenecen a otra época y toneladas de tierra apestosa que aparece de la nada. Esta parte es la que, como pequeños guiños, me ha recordado a esos mundos de pesadillas que evocó el de Providence.  Pero Robert Holdstock, a su manera, también nos habla de las miserias humanas: la codicia (haciendo especial hincapié), el odio (llevado al extremo) hacia al que es diferente y la envidia que corroe al que la alberga en su interior. Sentimientos maquiavélicos que no son más que otros tipos de terror que también ponen los pelos de punta; debido a las situaciones que llegan a provocar en la novela.


Muertes en el laberinto es un libro con una historia sombría, de un terror difícil de definir. Un terror hacia lo que no se muestra, hacia esos miedos atávicos que el ser humano padece desde el principio de sus días, un terror que, sin poner los pelos de punta, consigue que te enganches al libro y que sientas cierto cosquilleo (o mal rollo, hablando claro) ante las escenas más angustiosas (la mayoría con el extraño niño de protagonista); y eso a pesar de ciertos altibajos que, aunque se hacen un poco incómodos y entorpecen un poco el ritmo, no consiguen, ni de lejos, que deje de funcionar todo el conjunto. Porque llegará un momento es que será inevitable que mientras leas intentes hacer tus cábalas para saber qué narices está ocurriendo y cuál es el motivo. Créeme, haz todas las conjeturas que quieras, pues no lo vas a adivinar. La conclusión de Muertes en el laberinto es tan retorcida como sobrecogedora, y deja bien claro que Robert Holdstock tenía una mente privilegiada a la hora de crear lugares insólitos y terrores indefinidos.

viernes, 23 de septiembre de 2016

5 razones para ver Narcos





4000 soldiers, tens of thousands of rounds fired, and a bunch of fucking helicopters. There was no way Pablo Escobar was getting out of this one”. Así empieza la segunda, y tan esperada, temporada de Narcos en Netflix. En el tráiler ya pudimos escuchar al agente de la DEA Sean Murphy expresando su asombro, no exento de frustración, al descubrir que, una vez más, Pablo Escobar les había dado esquinazo. Las fuerzas especiales colombianas, con ayuda de la DEA, jugando al gato y al ratón con el mayor narcotraficante de la historia: Pablo Escobar. Un tipo que llegó a amasar tanto dinero que, como no sabía qué hacer con él, simplemente lo enterraba. Un hombre que a pesar de utilizar la violencia, de utilizar los medios más sanguinarios para alcanzar sus metas, era muy querido por los sectores más humildes del pueblo colombiano. Con la serie Narcos podemos acercarnos a la figura de Pablo Escobar; tanto a los tramos verídicos de su vida como a aquellos que se han maquillado de ficción. Tal vez esto no sea suficiente para atraer vuestra atención. Es posible que penséis que esta no es vuestra serie. ¿Por qué debería, pensáis, ver esta serie? Os daré cinco razones.



1)Pablo Escobar: Interpretado por Wagner Moura, actor de origen brasileño muy célebre en su tierra que, con este papel, se ha dado a conocer (¡y de qué manera!) al mundo entero. Su interpretación es brillante, consiguiendo un Pablo con muchos matices: el Pablo familiar, el Pablo amigo de los humildes, pero también el Pablo al que hay que respetar o temer, el Pablo vanidoso y el Pablo que envejece y, ya  con la sienes salpicadas de canas, se siente agotado pero con ganas de lucha. En 2015 ya fue nominado a un globo de oro por este papel. Quién sabe, tal vez 2016 sea su, merecidísimo, año.



2)Detectives de la DEA: Una pareja de agentes compuesta por Sean Murphy (Boyd Holbrook) y Javier Peña (Pedro Pascal, al que reconoceréis por su brillante papel de Oberyn Martell en Juego de Tronos) que, aunque en un principio no acaban de encajar, poco a poco se convertirán en uña y carne. El primero, el gringo, se trasladará desde la apacible Miami, en donde está acostumbrado a tratar con hippies que trafican con marihuana, para caer en una guerra cruenta contra los narcotraficantes que manejan toneladas de cocaína. Es su voz, seca, rasposa y dura, la que va narrando los hechos mezclando seriedad con toques de sarcasmo, y que recuerda, agradablemente, al agente Art Keller de la sensacional novela de Don Winslow El poder del perro. Javier Peña es el agente que lleva más tiempo en el ajo y empieza a estar algo cansado de la cacería. A diferencia del agente Murphy, está muy acostumbrado a romper las reglas y a tener informantes de dudosa reputación que encuentra en prostíbulos o entre los propios narcotraficantes. La pareja irá evolucionando a medida que avance la trama. Para ambos se convertirá en una obsesión cazar a Pablo Escobar. Tanta tensión se rebaja de tanto en tanto con las bromas que se hacen entre ellos, el objetivo de las mayoría de chanzas es Murphy y su pobre entendimiento del idioma español.



3) Los malos son malos, pero los buenos también son malos: Cuando la caza de Pablo Escobar se vuelve el objetivo número del ejército de Colombia, todo vale. Atentos al cabronazo del militar Horacio Carrillo y a sus procedimientos de dudosa moralidad. ¡Qué gran personaje! Por no hablar de toda la corrupción que inunda todos los estratos sociales, desde periodistas que maquillan noticias hasta políticos que quieren sacar tajada. ¿La única pega? Los americanos son demasiado buenos; los inmaculados héroes, como siempre.



4)La banda sonora: Desde el tema principal que acompaña al opening (Tuyo de Rodrigo Amarante) y pasando por salsa, cumbia y hasta tangos. Todo temas latinos que en ocasiones te obligan a mover las caderas y en otras te dejan clavado al sofá por lo bien sincronizadas que está con la acción.



5) Engancha desde el principio: Es casi como si te metieras un poco de la mercancía con la que mercadeaban los narcos. Una vez empiezas no puedes parar. Una interesante historia (al estilo Breaking Bad pero sin, por desgracia, llegar a las cotas que alcanzó ésta), con buenos personajes y cargada de grandes dosis de acción que ocurren en el momento oportuno.




Cinco razones para ver Narcos, las primeras cinco que han abordado mi mente. Se me ocurren algunas más, pero para explicarlas debería destripar parte de la trama y sé que no me lo perdonaríais. Porque si hay algo peor que un narco cabreado es un seriéfilo cabreado porque alguien le hizo un spoiler de una serie. 

martes, 30 de agosto de 2016

Battling Boy



Los monstruos vagan a sus anchas por Arcópolis y se llevan a los niños a su sombrío inframundo, dejando un rastro de destrucción a su paso. Solo un hombre puede ayudarles: el justiciero Haggard West.
Por desgracia, Haggard West ha muerto.
La ciudad de Arcópolis está desahuciada pero, cuando se salvación llega bajo la forma de un semidiós de doce años, nadie está más sorprendido que el propio «chico batallador»: así llaman a Battling Boy.


Con esta escueta sinopsis se nos presenta una de las historias más originales y épicas que rondan por el mundillo del cómic desde hace un tiempo. Entremos con un poco más de detalle en el mundo de Battling Boy. Entremos en el fantástico mundo, literal y metafóricamente hablando, que Paul Pope ha creado. Arcópolis es una ciudad gigantesca; realmente tiene el tamaño de un país. Y sus gentes vivirían tranquilas de no ser por toda esa cantidad de monstruos que, como una organización mafiosa, pero a lo bestia, les hace la vida imposible. Por suerte tienen un superhéroe que cada dos por tres les saca las castañas del fuego: Haggard West. Él era como una especie de Batman, pero con vestimenta estilo Rocketeer, y digo era porque los monstruos de Arcópolis han conseguido lo que desde hace mucho tiempo vienen intentando con cierto tesón: matarlo. Aurora West, su hija, ha prometido venganza, pero por el momento, sin nadie que se lo impida, la ciudad empieza a ser asediada por los monstruos. Cuando Arcópolis está más indefensa que nunca, justo cuando su ejército se está enfrentando a unos de los monstruos más poderosos, un chico llega del cielo y les salva. Battling Boy, el chico batallador, acaba de hacer acto de presencia, ¡y de qué manera!



Paul Pope, dibujante y guionista americano, tiene un curioso estilo en cuanto al dibujo se refiere. Mucho más cercano al cómic europeo (y a las obras de Hugo Pratt en especial) que al americano pero con la capacidad de mezclar ambos estilos y hasta de añadir sutiles notas de manga. Su trazo es impulsivo y nervioso, digno de alguien que sufre el baile de san vito. Labios turgentes, narices respingonas, cuerpos delgaduchos y en ocasiones desgarbados, pero todos, completamente todos esos personajes visten curiosas y realistas vestimentas. Mirad a Battlin Boy si no me creéis. ¡Es una estrella del pop! ¿Y Haggard West? Parece que en su fondo de armario haya ropajes de los años 40 a los 70. Paul Pope sabe vestir a sus personajes, bien. Da  mucha importancia a la ropa (atentos a las camisetas del protagonista), perfecto. Pero además sabe cómo dotar de movimientos a esos personajes y a su ropa. Saltos, puñetazos, cabriolas variadas; todos con naturalidad, con suavidad, sin movimientos forzados. Y en Battling Boy, que hay bastante acción, os hartaréis de contemplar bonitas viñetas en las que el protagonista hace elenco de sus mejores movimientos de combate. Del dibujo, pues, no hay quejas. 


¿Del guion? Menos. La historia derrocha imaginación y aúna géneros tan variados como las historias épicas de dioses (griegos, romanos, nórdicos), ciencia ficción (en especial SteamPunk) fantasía (mirad todos esos monstruos que rondan por ahí) y como no, superhéroes (Batman sobretodo). Pero además de esto Pope habla del duro trance que es pasar de niño a adulto. Al final la mezcla es altamente explosiva y adictiva como una droga. Las páginas de este primer número vuelan y no mucho rato después estaréis deseando leer la segunda parte o, como mínimo, releer este Battling Boy

viernes, 19 de agosto de 2016

Stranger Things



Por si no te habías dado cuenta, por si vives recluido en una cueva, o simplemente porque eres un monumental despistado, los 80 han vuelto para quedarse. Cardados imposibles, hombreras, zapatillas desgastadas, camisetas horteras, videojuegos retro, bicicletas BH o bmx,  etcétera. Y esto, la vuelta de la era más prolífica de todos los tiempos (o eso decimos todos los que la vivimos), no solo lo sabemos tú y yo, si no que la industria del cine, la literatura o los videjuegos también se ha dado cuenta. Libros como Yo fui a EGB no dejan de venderse como churros y ya van por la tercera entrega. En el cine J.J. Abrams y Steven Spielberg, con mayor o menor acierto, nos trajeron Super 8;  eso sin tener en cuenta la infinidad de remakes y reboots que se están haciendo pertenecientes a esa época. Y luego las marcas que dominan el cotarro en el sector del videojuego, que no querían quedarse atrás, ya han recuperado muchos clásicos de las 8bits y algunas compañías ya están barajando sacar al mercado consolas de ese periodo. Así pues, faltaba la televisión. Esa televisión que está viviendo la edad dorada de las series. 
Stranger Things es la serie del momento, del verano y me arriesgo a decir que del año. Una sorpresa que, precedida por un tráiler corto que ya dejaba con los dientes largos, era difícil de prever.



Stranger Things es una oda al cine de los años 80 creada por los hermanos Duffer para Netflix. Un bello y funcional pastiche de todo aquel cine que triunfó por aquel entonces. Tras visionarla me han venido a la mente grandes títulos como: E.T., Alien, Encuentros en la tercera fase, Poltergeist, Pesadilla en Elm Street, Tiburón, Los Goonies o Silent Hill. Vale, este último título pertenece más al mundo de los videojuegos y no es de los años 80, pero no podía dejar de pensar en el pueblecito corrompido y oxidado de Silent Hill y las semejanzas con el, en un principio, tranquilo pueblo de Hawkins y las cosas de difícil explicación que ocurren en su comunidad.
Stranger Things no descuida nada, y además de tener unos grandes actores, con Winona Ryder o Matthew Modine como las caras más conocidas, nos ofrece una brillante banda sonora repleta de sintetizadores que de un buen empellón te devuelven a los 80.




Ahora os debéis estar pregunta que de qué va Stranger Things, y la verdad es que es mejor visionarla sin saber nada de ella, sin tener prejuicios, ni si quiera por el tráiler (que sí encontrareis más abajo). Pero aun así, y como me veo en la obligación, haré una escueta sinopsis: Hawkins es el lugar en el que transcurre toda la acción. Una noche de 1983, y tras una partida al juego de rol Dragones y Mazmorras, unos muchachos se despiden para, cada uno, y pedaleando sobre sus bicicletas, volver a casa. Uno de ellos esa noche desaparecerá sin dejar ningún rastro. Al poco quien aparece es una niña con unas habilidades muy peculiares y que solo responde al nombre de Once. A partir de aquí todo se desmadra y asistiréis a una aventura que al principio parece enfocada a un público juvenil, pero a medida que avanza, se va destapando la  trama y la serie se hace más oscura, deja bien claro que es una serie adulta, que aúna aventuras, ciencia ficción, fantasía y terror, que no debes perderte.


viernes, 15 de julio de 2016

Going Postal



Moist von Lipwig is a con artist...and a fraud and a man faced with a life choice: be hanged, or put Ankh-Morpork's ailing postal service back on its feet. It's a tough decision. But he's got to see that the mail gets through, come rain, hail, sleet, dogs, the Post Office Workers' Friendly and Benevolent Society, the evil chairman of the Grand Trunk Semaphore Company, and a midnight killer. Getting a date with Adora Bell Dearheart would be nice, too...



Bienvenidos, pasad, vais a conocer al timador más caradura de todo Ankh-Morpork, un tipo que es capaz de hacer colar cristales por diamantes, y papeles sin valor por bonos. Si lo que hay que vender es un caballo desgarbado, viejo y de piel decrepito ¡no os preocupéis!, se pinta, se le acicala un poco y pasa por un jamelgo joven. Bienvenidos, pasad, porque vais a conocer a Moist von Lipwig el timador más carismático de toda la obra de Terry Pratchett, y, ¿por qué no?, de gran parte de la literatura universal.
Con Going Postal por fin he dado el paso de leer algo del sensacional Terry Pratchett en inglés. Es innegable el gran trabajo, y los malabares casi imposibles, que los pobre traductores deben hacer para adaptar esa prosa, del autor del sombrero, llena de juegos de palabas, ironía y chistes. Un trabajo arduo y fatigoso que con todo, cuando lees algún libro, y sólo en algún tramo concreto, sabes que de aquel chiste, aquel que no acaba de cuadrar del todo, te estás perdiendo algo. Para empezar, el título, por poner un ejemplo, Going Postal, que viene a ser como volverse loco por el estrés provocado en el trabajo y que detrás de dicha expresión hay alguna que otra macabra historia. En castellano pasó a llamarse Cartas en el asunto, y aunque cuadra con el tema a tratar (ya que el pobre protagonista se tendrá que hacer cargo de la oficina de correos que está en la ruina o cumplir una condena) no es exactamente lo mismo. En su interior más de lo mismo: muchos juegos de palabras y chistes con homófonos, mientras tanto acompañaremos a Moist, y a sus dos extraños e hilarantes compañeros en una batalla sin igual contra el monopolio que ejercen los Clacks (algo así como el internet de Mundodisco).



Por Going Postal pululan Golems, que ayudaran a Moist a llevar su titánica tarea adelante, a pesar de que Adora Bell Dearheart, la dueña de dichos seres, se niegue en un primer momento; surgiendo así entre ellos una historia de amor odio realmente atractiva. Como lo es, de atractivo, cualquiera de los personajes que aparecen en esta obra, incluso el más insignificante. Incluso los secundarios tienen un aura especial y una personalidad única y fuertemente marcada que ayuda a que al final el relato sea un todo realmente impecable. Las propias cartas incluso, a las que Terry Pratchett les otorga una voz lóbrega y melancólica, resultan ser también unos personajes que empujaran a Moist a continuar con su aventura de redención. Y todo ello sin dejar de lado la sátira más despiadada y protestona de Pratchett, haciendo un duro hincapié en el tema de los monopolios y en la explotación laboral.



Going Postal es probablemente uno de los mejores libros de la saga MundoDisco. Y con este arco argumental, el de Moist von Lipwig (Húmedo von Moustachen en castellano) Terry Pratchett nos trajo al segundo mejor personaje de toda su carrera. Lo siento, pero Vimes sigue el primero en el podio.




En 2010, y gracias al canal Sky1, Going Postal se convirtió en una miniserie de dos capítulos. Aunque no sigue al pie de la letra lo descrito en el libro la serie es una adaptación, rodada en HD, muy decente, con actores como Richard Coyle (Moist von Lipwig), Claire Foy (Adora Belle Dearheart) o Charles Dance, más conocido por su papel de Tywin Lannister en Juego de Tronos, interpretando a un increíble y cruel Vetinari.