viernes, 19 de febrero de 2016

De profesión fantasma



Escocia, principios del siglo XX. John, un niño, entra por casualidad en un castillo. Decide quedarse allí esa noche para colarse en la despensa y marcharse al día siguiente, con cualquiera de las visitas. Lo que ignora es que el lugar solo se puede visitar los domingos y tendrá que pasar allí una semana entera. ¿Cómo sobrevivirá todo ese tiempo en este lóbrego lugar? Una novela divertida sobre la capacidad de adaptación y la superación de dificultades.


De vez en cuando me gusta rebuscar entre las estanterías de mi pequeña y humilde biblioteca para recuperar y releer un libro de esos que me dejaron buen sabor de boca. De este libro en concreto no recordaba prácticamente nada (lo leí cuando tenía unos 11 o 12 años), sólo tenía ciertas sensaciones tales como: algo de miedo por la historia del fantasma que ocupaba el castillo, y las risas que me había echado al leerlo. Y poco más. Así que se puede decir que lo leí para refrescar la memoria y sobretodo por pura nostalgia.
De profesión fantasma, del autor Hubert Monteilhet, cuenta la historia de un chaval pobre, sin familia y cojo que intenta ganarse el pan en la Escocia de principios del siglo XX. El muchacho es bastante pilluelo y con el afán de robar un poco de comida de un castillo queda atrapado. En el castillo existe una terrorífica leyenda, en realidad varias, sobre un fantasma así que aprovecha esa historia para hacerse pasar por un espectro e intentar sobrevivir, de gorrilla, en el castillo.
El miedo que sentí cuando era niño (ese miedo que seguro fue el precursor que me impulsaría más tarde a leer bastantes novelas de terror) esta vez no lo he sentido. Ahora sólo me dan miedo los políticos. Si que es cierto que hay cierto pasaje que habla sobre sangre y un boliche y es bastante tétrico, pero en general la novela es de humor. Un humor muy blanco, muy sano, además de divertido. Y es que el protagonista, en ocasiones queriendo y en la mayoría sin querer, va creando situaciones tan inverosímiles como divertidas. La novela también goza de un toque de ironía, riéndose sobretodo de las costumbres de los nobles de la época además de cierta moraleja y un final que deja una sonrisa de oreja a oreja. Todo ello aderezado con algunas agradables ilustraciones que amenizaran la lectura.


De profesión fantasma es una novela juvenil muy adecuada para pre-adolescentes. Es la típica novela que despierta el gusanillo voraz por la lectura de jóvenes lectores, o que atrae a mayores, nostálgicos, que buscan algo sencillo, sin pretensiones y muy rápido de leer.

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