jueves, 17 de septiembre de 2015

Largo domingo de noviazgo



En el frío invierno de 1917, cinco soldados franceses, heridos y maniatados, caminan hacia un destino trágico en un desolado rincón del frente. Matilde sabe, en el fondo de su corazón, que su amado Manech sigue vivo, a pesar del telegrama que anunciaba que había caído en combate junto a tantos otros de sus camaradas. Una certeza que se mezcla con el horror y la indignación cuando, una vez acabada la guerra, un sargento moribundo le cuenta la verdad sobre la última vez en que vio a su novio: Manech y otros cuatro soldados, acusados de herirse a sí mismos para escapar del frente, fueron atados y abandonados en tierra de nadie. A partir de ese momento, Matilde emprende la búsqueda de la verdad. A lo largo de los años, armada de un coraje inquebrantable, irá escudriñando las vidas de aquel puñado de hombres entregados a la muerte.



Matilde es una muchacha paralítica que descubre el amor en brazos del que había sido su amigo de infancia. Manech es un muchacho pleno de vida y sonriente que no le importa los más mínimo que Matilde no pueda caminar, pues él ya caminará el doble por ella. Por desgracia la guerra estalla y Manech es llevado al frente. Como muchos soldados intentará huir de una muerte segura y será acusado de traidor y abandonado a su suerte junto a otros compañeros. Matilde, que cree que Manech aún vive, emprende una investigación que la llevará a descubrir la vida de todos los hombres que sufrieron la misma suerte que su novio.



Largo domingo de noviazgo de Sébastien Japrisot, es una novela que mezcla varios géneros, el principal es el bélico, aunque no esperéis batallas ni escaramuzas, el segundo, la novela romántica, sin empalagar, y por último el género epistolar, y es que un gran porcentaje de la novela son cartas que la protagonista envía o recibe en su búsqueda.
En lo que se refiere al tema bélico retrata perfectamente el sufrimiento de los familiares que, o perdían a un familiar en la guerra, o resultaba desaparecido en combate y nunca más se volvía a saber de él. Muestra a personas rotas, destrozadas que luchan por seguir adelante a la vez que intentan descubrir la verdad, que en muchas ocasiones era escondida tras un tupido manto de mentiras.
El tema romántico, y aunque pueda sonar raro, me resultó algo escueto. Y es que aunque queda claro que Matilde ama a Manech y emplea todos sus medios para encontrarlo, un sólo capítulo explicando su relación sabe a poco.
Por último está el tema de las cartas. A través de ellas descubriremos las vidas e historias de más personajes. Si bien es cierto que en ocasiones son demasiadas y llegan a saturar además de romper el ritmo natural de la narración con demasiados datos, direcciones, fechas y nombres con apellidos.

Largo domingo de noviazgo es una novela que habla sobre la locura que son las guerras, los daños colaterales que éstas llegan a provocar y la fe de los que aman por volver a encontrar a su media naranja. Lástima que en ocasiones pueda llegar a saturar, pero si llegáis hasta el final descubriréis que da un giro inesperado ofreciendo un final agridulce bastante potable.



En 2004 Jean-Pierre Jeunet dirigiría la adaptación al cine de la novela. En el papel de la sufridora Matilde encontraríamos a Audrey Tautou, que ya había trabajado con el director en la excelente Amelie. La película tiene bastante más ritmo que el libro, con unos flashbacks que explican a la perfección lo ocurrido en las trincheras y con una historia de amor mucho más tierna y potente. La fotografía de la película es excelente, con imágenes memorables y una forma de jugar con los colores haciendo visible la frontera entre la guerra y los momentos de relativa paz. Las actuaciones también son notables y en especial en el tramo final que nos llevará hasta ese desenlace que permanecerá en vuestra memoria tiempo después de haber visto la película.
Me lo vais a escuchar decir pocas veces , pero esta vez sí: La película supera con creces a la novela.