miércoles, 10 de octubre de 2018

Nijigahara Holograph




Inio Asano es un mangaka que sabe describir a la perfección las diferentes etapas de la vida humana, siendo especialmente sobresaliente en aquella en la que más hincapié suele hacer: la adolescencia. Ya lo hizo en El fin del mundo y antes del amanecer al mostrarnos su pericia a la hora de que el lector quedará atrapado por un puñado de relatos que entrecruzaban las mediocres vidas de diferentes personajes. Unos relatos que mostraban una falsa apariencia de simpleza pues, a medida que avanzábamos en el manga, Inio Asano iba profundizando paulatinamente hasta alcanzar un relato con gran carga filosófica. 


En Nijigahara Holograph Asano vuelve a esas historias de cariz intimista, a ese slice of life que con tanto mimo va construyendo, aunque esta vez el puzzle está totalmente desordenado y el lector debe aceptar el desafío de montarlo a medida que va leyendo. Además, esta vez, el relato aúna también un poco de terror psicológico, misterio y podría decirse que hasta fantasía. Y es que la historia se inicia con un terrible y cruel asesinato: la madre de una de las niñas de la escuela aparece muerta en un túnel oscuro y abandonado. Un asesinato que dará pie a alimentar leyendas de fantasmas que habían permanecido en letargo además de revelar el lado más oscuro del ser humano; sobretodo el de los niños, que deciden que la única forma de aplacar a los fantasmas es realizando un sacrificio.



A partir de ese inquietante inicio todo se vuelve extraño, casi onírico, a la vez que mundano y habitual. Hallaremos en las páginas de este manga, excelentemente editado por Milky Way, desde terribles asesinatos pasionales, escenas de bullying o de suicidio juvenil hasta situaciones de reconciliación, de amor puro y de sacrifico. Lo mejor y peor del ser humano se dan cabida en Nijigahara Holograph.



Resulta harto complicado explicar de qué va realmente este manga sin desvelar algún punto clave, pero sí puedo comentar que el concepto del efecto mariposa llega a tomar vida en su forma holística de un modo casi literal. Así pues, las acciones que algunos personajes realizan repercutirán de una forma u otra en las vidas de otros. También se hace mención a la paradoja de la mariposa del filósofo Chuang Tse: “soñé que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era un humano que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era un humano.” Una fábula en la que el pensador intentaba explicar cómo los sueños pueden alterar nuestros estados de conciencia hasta el punto de incluso modificar las leyes del espacio-tiempo.



Sí ahora mismo estáis pensando que lo que vais a encontrar en Nijigahara Holograph es una paranoia, no vais errados. Una paranoia que te obliga a releer, a tener la sensación de que eres capaz de desenredar la maraña, de casi encajar las piezas… un momento de revelación que dura unos pocos segundos, para luego descubrir con desconcierto que todo vuelve a ser un complejo batiburrillo. Un revoltijo que resulta una maravillosa y retorcida metáfora de la reconciliación de uno mismo con sus diferentes yos, algo que al final solamente se consigue con la perspectiva que otorga el paso de los años.