martes, 31 de julio de 2012

Inside Men


Una voz en off habla, con un deje nervioso pero con control de la situación. Sabe que podía ocurrir,se lo explicaron en los cursos de seguridad de la empresa. Era una posibilidad y ahora está sucediendo. Y mientras esa voz habla unos enmascarados entran en el mayor depósito de seguridad del Reino Unido para perpetrar el mayor robo de la historia de ese país. Pero algo no cuadra. Los ladrones se mueven como pez en el agua en las instalaciones: Saben el camino que deben tomar, donde están los vigilantes, las contraseñas...¿Suerte? ¿O alguien desde dentro les está ayudando?
Steve Mackintosh

Tres vidas desdichadas
Inside Men es una mini-série británica de la BBC de tan sólo cuatro capítulos en los que acompañaremos a tres empleados de un depósito de seguridad: Ashley Walters, Warren Brown y Steve Mackintosh. Estos dos últimos ya tuvimos la oportunidad de verlos interpretando en la serie Luther. Y aunque el reparto cumple con unas actuaciones repletas de matices cabe decir que el que se lleva la palma interpretativa es Mackintosh. Aquí dará vida al jefe de contabilidad y gerente de las instalaciones: un buen tipo que lleva una vida anodina que lo único que quiere es que a final de mes no le descuadre ni una sola libra. 
Warren Brown

Por otra parte Warren Brown será el encargado de mover de un lado para otro jaulas con grandes cantidades de dinero en efectivo mientras en su vida privada lidia con múltiples problemas económicos. Y por último Ashley Walters  pertenece al cuerpo de seguridad que custodia el dinero y cuando acaba su jornada laboral debe cuidar a una madre alcohólica. 
 Un atraco casi perfecto
La serie plantea varias preguntas que en algún momento os rondarán por la cabeza al visionarla: ¿Qué estás dispuesto a hacer para mejorar tu situación? ¿Vale la pena traspasar esa linea?
Ashley Walters
 Y aquí comienza el juego, pues el espectador no puede dejar de sospechar primero de un protagonista y después del otro, sin dejar de sorprenderse ante los acontecimientos que van sucediendo. Y es que es una brillante idea la forma de narrar, ya que desde un principio el centro de todo es el atraco. Un atraco que ya hemos visto en los primeros minutos de metraje, y con flashbacks las historia se moverá (un efecto éste increíble) para enseñarnos el post- atraco y sus devastadoras consecuencias y antes del atraco ( hasta 6 meses antes) y la forma de gestarlo. Así, poco a poco las piezas irán cuadrando hasta completar el todo. Un todo que está repleto de momentos en los que domina una narración lenta, pero tensa, en los que se definirán mejor los personajes y el mundo que los envuelve. Con poco diálogo, con gestos que lo dicen todo y situaciones que parecen fuera de lugar. Y otros colapsados de adrenalina que dejarán al espectador clavado en el asiento y en donde las verdaderas intenciones de los personajes se pondrán totalmente de manifiesto

Quizá lo más flojo es el final. Que sin ser predecible es algo precipitado. Haciendo que toda la historia que a tan altas cotas nos había elevado baje un poco su nota. Pero sin duda sigue siendo una serie altamente recomendable. Una pequeña joya que en versión original se disfruta al máximo.


viernes, 27 de julio de 2012

Memorias de un Hombre en Pijama


Paco Roca, ganador del premio nacional del cómic de 2008 por su obra Arrugas, aborda la vida cotidiana de un cuarentón que por fin ha conseguido su sueño infantil: quedarse en casa todo el día con el pijama puesto. Con una considerable carga autobiográfica y un referente en la serie televisiva Seinfeld, el autor valenciano apela más a la sonrisa que a la carcajada. Estas Memorias de un hombre en pijama, donde en ocasiones también tienen cabida reflexiones de corte más serio, describen en todo caso a Paco Roca como un atento observador de comportamientos propios y ajenos.

Entre mayo de 2010 y julio de 2011, semanalmente, algo nuevo, fresco y divertido llegó al diario Las Provincias. A modo de tira cómica y siempre con doce viñetas Paco Roca explicaba las aventuras y desventuras de un hombre que roza ya la cuarentena. Memorias de un hombre en pijama recoge todas esas tiras cómicas en un álbum de tapa dura. Cada dos páginas de dicho álbum son una pequeña historia/ reflexión.
Paco Roca se supera de nuevo, con un guión divertido pero sin llegar a la burla (algo normal en él)  ni buscar la risa fácil, haciendo pensar al lector y hasta en algún momento meditar ( al verse muy reflejado en lo que cuenta). Con un toque de crítica social (lo justo) y un puñado de autocrítica. Todo con una narración que puede recordar a un monólogo o a un paciente que está siendo psicoanalizado (quizá una mezcla de los dos). Y siempre contando historias simples, cotidianas. Historias que a cualquiera le pueden pasar, y más cuando tu edad ronda entre los treinta y pocos y los cuarenta.
¿Y del dibujo que podemos contar? Pues lo de siempre. Paco Roca tiene un estilo propio que gusta. Por esas caras simples pero repletas de gestos (brillante su autocaricatura con esos ojos saltones tan expresivos). Por esa variada gama de colores que al bañar una viñeta entera otorga sentimiento propio a ésta. Por esos pequeños detalles que esconde en las viñetas y que inevitablemente lo descubren como el genio que es.

Memorias de un hombre en pijama pone de manifiesto que Paco Roca domina el género del humor fino e inteligente de una manera soberbia. Y posiblemente tras Arrugas sea (a mi humilde parecer) una de sus mejores obras. 
Un cómic que si no eres fan de Paco Roca debes leer, y si lo eres en tu estantería debes tener. 

martes, 24 de julio de 2012

¡Buenos días, princesa!


Han pasado algo más de dos años en la vida de los chicos que forman 'el club de los incomprendidos'. Las cosas han cambiado desde que uno tras otro se fueron encontrando en el camino.
Nuevos problemas, secretos, amores, celos... Sin embargo, hasta el momento, su amistad ha podido con todo y con todos.
Raúl, se ha convertido en un atractivo joven y en un líder nato; Valeria, derrocha simpatía por donde pisa, aunque no ha vencido del todo a su timidez; Eli, es la que más se ha transformado de todos y se los lleva de calle; María, vigila y sueña tras sus gafas de pasta de color azul; Bruno, no consigue olvidar lo que siente y en lo más profundo de su corazón espera ser correspondido; y Ester, es la nuera que toda madre querría tener aunque no es tan inocente como todos piensan.
Son seis chicos que sienten, sufren, aman, creen, ríen, evolucionan... como otros chicos de su edad. Pero los seis son especiales. Al menos, para el resto del grupo.
¿Conseguirán superar todas las pruebas que se le van a presentar? Sólo puedes averiguarlo leyendo, ¡Buenos días, princesa!


¡Buenos días, princesa! es el libro que yo jamás habría leído. Sus portadas recargadas de motivos y dibujos capaces de hacerte subir el azúcar con sólo mirarlos hacían que me echará hacía atrás; pero sólo un poco. Esta muy mal eso de juzgar un libro por sus tapas. Pero de humanos es errar y de sabios rectificar. 
Así que tuve la suerte de que cayera en mis manos y me puse a leerlo. Dándome cuenta que poco a poco lo estaba devorando.

La prosa de Blue Jeans es directa y simple pero efectista. Los diálogos, que plagan gran parte del libro, dotan a éste de una velocidad de lectura vertiginosa.
Los personajes al ser tan variados, tanto de personalidad como de físico, hacen que el lector se identifique al menos con alguno de ellos, o con muchas de sus situaciones. Y es inevitable, al sentir esa identidad, regresar al pasado, revivir la propia adolescencia (siempre y cuando ya la hayas abandonado).
La historia es un culebrón como otro cualquiera. Como si fuera una de esas series sobre jóvenes, de tanto éxito, que han plagado y siguen plagando la parrilla de televisión. 
A través de unos flasbacks, que nos llevarán un par de años al pasado, podremos poco a poco poner todas la piezas para que cuadre el presente. Un presente que nos llevará por más de 500 páginas (con algo de paja pero sin llegar a aburrir) hasta un final abierto para una segunda parte.
¡Buenos días, princesa! es un título a tener en cuenta, no sólo por los adolescentes si no por los que también algún día lo fueron, además de certificar que la literatura juvenil goza de una salud envidiable.

jueves, 12 de julio de 2012

El invierno de Frankie Machine

Frank es un hombre tranquilo. Tiene 62 años, vive retirado en la costa de San Diego donde regenta una tienda y es todo un caballero. Le gusta dejar reposar el café durante cuatro minutos exactamente, los cuales emplea en vestirse; el bocadillo que prepara con una fina lámina de mantequilla todas las mañanas tiene que envolverse en una servilleta de hilo para que no se enfríe; tiene un par de abonos para la ópera, a la que acude con su novia, Donna; posteriormente la invita a cenar no en cualquier restaurante; su hija, Jill, es una prometedora estudiante de Medicina en UCLA. Frank siempre está dispuesto a ayudar a todos y a dar un buen consejo... hasta que, claro, le tocan la familia. Entonces no querrás haberle conocido ni haberte cruzado jamás con él, ni saber por qué en el mundo de la mafia se le conocía como Frankie, la Máquina, una auténtica leyenda...

Frank Machianno es un hombre mayor y tranquilo. No le gustan las sorpresas ni los contratiempos y por eso su vida desde hace mucho tiempo es pura rutina. Y eso a él le encanta. Al conocer a Machianno y al presentarnos su, a primera vista, tediosa vida, la narración es densa, pausada. Don Winslow , el autor, sin duda lo que quiere es que el lector se convierta en Frankie Machianno, que disfrute y saboreé esa vida tranquila y metódica; que se meta en la piel del personaje. Porque esa vida apacible, en un abrir y cerrar de ojos será historia.
El pasado de uno siempre vuelve, y el de Frankie lo hace de una forma brutal y desmesurada, arrebatándole su tranquila vida, esa vida de la que el lector era participe y también disfrutaba. Pero Frankie no se quedará de brazos cruzados y contraatacará con toda la experiencia acumulada de servir como matón (de los mejores) en la mafia. Es entonces cuando la narración se va acelerando, progresivamente, mientras entran en juego flashbacks que nos llevarán a los inicios de Frankie Machiano con la mafia. Recuerdos en los que indagará ya que, posiblemente ahí radiqué la causa de todo el embrollo que hay montado.
A estas alturas el lector ya no lee. Asiste a una película o como mínimo a una narración puramente cinematográfica cargada de adrenalina. 

Don Winslow salta de un personaje a otro otorgándoles el momento adecuado de protagonismo en capítulos de poquísimas páginas dando así una velocidad de vértigo. Hasta que se llega al final. Un final digno, bastante típico y casi predecible. Aunque, después de la "fiesta" lúdica de la que hemos sido testigos, poco importa. Lo que sí es imperdonable es la nefasta traducción, siendo ésta en algunos momentos totalmente literal del inglés. Consiguiendo así que algunas frases tengan menos sentido que lo que dicen los políticos. Por suerte, sólo es en algunos tramos y en cuanto estés metido en la historia, siguiendo al carismático (muy carismático) personaje de Frankie Machiano y las "perlas" que suelta por su boca (atentos al discurso del capítulo 88), casi pasará desapercibido.

 Nike paga veintinuevecentavos a un niño por hacer una camiseta de baloncesto; después se da la vuelta y la venden por ciento cuarenta dólares -decía Frank-. ¿Y el delincuente soy yo?
[...]¿Sabes por qué el gobierno quiere suspender el crimen organizado? Porque le hacemos la competencia.
El Dato:  Los derechos cinematográficos de El invierno de Frankie Machine fueron adquiridos por Robert de Niro. ¿Interpretaría él a Machianno? Sin duda el personaje le quedaría como un guante. Esperemos que el proyecto algún día se haga realidad.

lunes, 9 de julio de 2012

Luciérnagas en Facebook

Ahora El asombroso domador de luciérnagas y todo el misterio que lo rodea ha decidido campar a sus anchas con sus extrañas vestimentas por la red social Facebook. ¡¡¡Buscadlo y dadle al Me Gusta,!!!
Os está esperando sentado en su sillón...y os vigila atentamente... https://www.facebook.com/ElAsombrosoDomadorDeLuciernagas