miércoles, 30 de enero de 2013

El mapa del tiempo


Londres, 1896. Innumerables inventos hacen creer al hombre que la ciencia es capaz de conseguir lo imposible, como demuestra la aparición de la empresa de Viajes Temporales Murray, que abre sus puertas dispuesta a hacer realidad el sueño más codiciado de la humanidad: viajar en el tiempo, un anhelo que el escritor H.G. Wells había despertado un año antes con su novela La máquina del tiempo. De repente, el hombre del siglo XIX tiene la posibilidad de viajar al año 2000, como hace Claire Haggerty, quien vivirá una historia de amor a través del tiempo con un hombre del futuro. 
Pero no todos desean ver el mañana. Andrew Harrington pretende viajar al pasado, a 1888, para salvar a su amada de las garras de Jack el Destripador. Y el propio H.G. Wells sufrirá los riesgos de los viajes temporales cuando un misterioso viajero llegue a su época con la intención de asesinarlo y arrebatarle la autoría de una novela, obligándolo a emprender una desesperada huida a través de los siglos. Pero, ¿qué ocurre si cambiamos el pasado? ¿Puede reescribirse la Historia? 




H.G Wells, el famoso escritor de La máquina del tiempo será el nexo de unión de tres historias en las que cada una, de una forma u otra, algo tendrán que ver con los viajes por el tiempo. Además de ir tejiendo la propia historia del tan reconocido autor mientras se topa con reconocidísimas figuras de su época.
Félix J. Palma

 El mapa del tiempo de Félix J. Palma es un claro homenaje a los comienzos de la ciencia ficción y a todas esas películas y novelas de viajes en el tiempo. En la novela, a partir de tres historias, tendremos la ocasión de viajar por el tiempo de tres (o más) formas diferentes. Y aunque la novela tiene más de romance victoriano que de ciencia ficción la tres historias son entretenidas, siendo la última, la que culmina el libro, la mejor, y la que sobresale por encima de las otras dos.
La prosa de Félix J. Palma es rica y casi poética, recargada de esa pomposa flema británica de la época. Su lectura es rápida aunque en las dos primeras historia sufre de altibajos, debido sobretodo a las divagaciones de los personajes que se van por las ramas perdiendo en demasiadas ocasiones la trama central. Pero al llegar a la tercera historia (la mejor) el autor se deja de palabrería y va al grano realizando un trabajo magistral. Aún así, en las tres historias, Felix J. Palma demuestra ser poseedor de una increíble imaginación y de una fantástica capacidad de engatusar al lector, engañarlo y después enseñarle el truco.


Acertadas y divertidas las descripciones que el autor realiza de los personajes, no sólo del principal (H.G Wells) si no también de esos "cameos" de personajes muy reconocidos hasta incluso los de propia invención, como por ejemplo el señor Murray. Y de gran calidad también las descripciones de ese Londres de finales del siglo XIX, consiguiendo que el lector se imagine cada tramo de acera, calle y hasta cielo.


El mapa del tiempo quizá decepcione a los amantes de la ciencia ficción pero sin duda dejará satisfechos a todos los que gusten de un poco de buena literatura repleta de imaginación y sentimientos.

lunes, 28 de enero de 2013

"El juego de Ender" Primera imagen de la película.



He aquí la primera imagen oficial de una de las películas más interesantes del año que viene. Y es que parece que al final la novela más conocida y popular del autor Orscon Scott Card sí verá la luz en la gran pantalla. 

La fecha escogida : el 1 de noviembre de 2013 en cines norteamericanos.
Gavin Hood (X-Men orígenes: Lobezno) será el encargado de dirigir. Y en el elenco de actores a parte del muchacho que hará de Ender, Asa Butterfiel (La invención de Hugo), encontraremos actores consagrados como Harrison Ford o Ben Kingsley.
Aún así a todos los que nos hemos leído y disfrutado de la novela nos inunda la misma incertidumbre: ¿Sabrán captar la fuerza que destilaba el relato? ¿Serán capaces de hacer algo a la altura de la novela o simplemente nos ofrecerán un divertimento Hollywoodiense?
La respuesta este año...

miércoles, 23 de enero de 2013

Good Cop


John Paul Rocksavage es un buen policía. Uno de esos que recorre de forma incansable las calles de Liverpool para hacer valer la ley. John Paul cree firmemente en la ley. Hasta que un día él y su compañero reciben una llamada desde la central de policía. Lo que en un primer momento parece ser sólo un asunto doméstico se transforma en una encerrona. Una trampa por parte de una banda de matones para poder dar una paliza a un policía. El compañero y amigo de John Paul recibe golpes por todas partes mientras él, atrapado, es incapaz de hacer nada por ayudarle. Lo peor de todo aún no está por llegar ya que, por esas brechas que existen en las leyes, parece que los vándalos podrán irse de rositas. John Paul es un buen poli, pero ahora está totalmente decidido a hacer justicia por su cuenta.

Good Cop, por su sinopsis, podría resultar la típica serie de venganza sangrienta con muchos tiroteos y un sinfín de escenas de acción. Si buscáis eso, probablemente os aburráis con esta serie.
Good Cop es simple pero directa, en ella se nos muestra el día a día de un policía. La frustración que soportan cada vez que fracasan en su cometido o cuando un culpable entra por una puerta y sale por otra por culpa de esas lagunas legislativas.
La intro, sencilla y con imágenes aparentemente banales,  ya  transmite ese ambiente de sordidez en el que más de una vez se verán envueltos los policía.

En el papel de policía vengativo encontramos a Warren Brown, actor al que ya pudimos ver en Inside Men y Luther. Una vez más el actor demuestra que sabe hacer bien su trabajo, cambiando de registro e interpretando a un policía que poco a poco perderá toda su humanidad y la cordura. Michael Angelis en el papel del padre enfermo del protagonista, es el otro actor que sobresale por encima del elenco con una tierna y entrañable interpretación. Mediante este personaje la serie enlaza libros con los que está acaeciendo en el capítulo de forma magistral.

Olvidaos de las películas y series americanas sobre estos temas. Normalmente en esas series si algo puede acabar bien, acabará bien. En Good Cop esto no es así ya que, aún mostrando lo cotidiano del trabajo policial el guión llega a dar verdaderos e inesperados giros que no hacen más que crear ese halo de realidad y credibilidad que la envuelve.

Lo mejor de Good Cop también puede ser lo peor para los que estáis acostumbrados a series con finales en el que todo queda cerrado y bien atado. En esta producción de BBC One el final es abierto. En los cuatro capítulos que la componen sólo se nos muestra un corto periodo de la vida del personaje. Es como si cogierais un libro por la mitad y empezarais a leer y lo abandonarais antes del llegar al final. De esta forma, en final sobre el destino de John Paul se vuelve ambiguo, dejando el resto a la imaginación y a la moral de cada telespectador.

lunes, 21 de enero de 2013

La sonrisa del vampiro


Kōnosuke Mōri es un joven estudiante japonés que un día se encuentra con una extraña anciana jorobada que le habla sobre los vampiros y cómo ella se convirtió en uno. Mōri se muestra escéptico, pero de repente la anciana salta sobre él de forma inesperada y se bebe su sangre, convirtiéndolo en un vampiro dándole a beber la suya.
Paralelamente está la historia de Sotoo Henmi, un chico introvertido del vecindario, que escribe un diario llamado La sonrisa del vampiro en el que escribe sus "buenas acciones", entre ellas provocar incendios y disfrutar con el sufrimiento de sus víctimas.


La sonrisa del vampiro es un manga que inicialmente se publico en dos tomos y para el pasado salón del manga de Barcelona se publicó de nuevo pero reuniendo esos dos tomos en una edición integral de gran calidad.
La sonrisa del vampiro de Suehiro Maruo es una historia de vampiros urbanos. Vampiros que van al instituto, que se esconden tras gafas y capuchas, que matan con cuchillos a sus victimas para beber su sangre y que practican el sexo de una forma brutal y explícita.
En La sonrisa del vampiro nos encontramos en cada página con escenas de extrema violencia, perversiones sexuales, asesinos psicópatas y marginación a raudales. La historia se desarrollada en un entorno sórdido repleto de imágenes que se quedarán grabadas en la retina del lector. No así su historia: simple, vacía, casi inexistente y sin atractivo.

Lo mejor son los dibujos y en especial el diseño de los personajes: hiperrealistas pero con ese toque de bella muñeca de porcelana. Con ese dibujo de gran calidad Suehiro Maruo, el autor, lo que consigue es introducir al lector en un mundo de pesadillas. Pesadillas literales: en su forma y en su entendimiento, ya que las viñetas mostraran sin ningún tapujo escenas muy crudas, y el hilo de la historia, que sin narrar una historia complicada, se vuelve confusa y un sinsentido al igual que un sueño.

La sonrisa del vampiro es un manga en el que prima la calidad narrativa de sus dibujos y su extrema brutalidad (en todos los sentidos) que puede hacer que odies, que te asquees, que ames, pero que seguro no te dejará indiferente.

martes, 15 de enero de 2013

Victus. 1714 Barcelona.


«¡Lo contaré todo! Cómo jodieron al general Villarroel, cómo derrotaron nuestras victorias. Porque, hasta ahora, de aquella guerra solo he oído las versiones que vienen de arriba o del enemigo.» VICTUS es una novela histórica que nos narra la guerra de Sucesión española, un conflicto que puede considerarse como la primera de las contiendas mundiales y que termina el 11 de septiembre de 1714 con el apocalíptico asalto a Barcelona. También es la tragedia de Martí Zuviría, un joven barcelonés, alumno aventajado del marqués de Vauban, que se convierte en un genio de la ingeniería militar. VICTUS es un derroche de información y rigor histórico al servicio de un relato ágil, potente y desenfadado, con una dicción rabiosamente contemporánea que nos lleva de Francia a Barcelona pasando por Madrid, Toledo, Tortosa o las batallas de Brihuega y Almansa. Y es también una obra sobre la Barcelona irreductible de 1714, que sufrió un asedio desigual de trece meses y el bombardeo de más de treinta mil proyectiles. VICTUS cuestiona las versiones oficiales de ambos bandos y cede la palabra a los auténticos protagonistas de la historia, desde la figura inmensa de Villarroel, el general que defendió la capital catalana con lágrimas en los ojos, hasta los civiles y soldados anónimos de todas las naciones que lucharon a un lado y otro de las murallas. Pero, ante todo, VICTUS es un festín literario de primer orden que se devora del modo en que siempre se han devorado las grandes obras, como lo demuestra el que antes de su aparición ya se hayan vendido los derechos al ruso, el alemán, el holandés y el francés

Martí Zuviría es un muchacho que se empeña en continuar haciendo trastadas mientras que su padre, por el contrario, hace todo lo posible para que se convierta en un hombre de provecho. Por avatares de la vida, y alguna diablura realizada en estado de embriaguez  Martí será enviado a Bazoches (Francia) para convertirse en un ingeniero militar. Su maestro no sera otro que el grandísimo Vauban. A partir de aquí Martí seguirá un proceso de aprendizaje de técnicas de asedio y defensa que, sin saberlo, dentro de no mucho tiempo y por desgracia habrá de emplear.
Victus, 1714 Barcelona es uno de esos libros que en poco menos de 20 páginas (y diría que menos) ya te a atrapado y no te soltará hasta que acabes con él. No es un libro que el lector lea, es un libro que obliga al lector a vivirlo, a sentirlo. Así que si no estás preparado para ello quizás sea mejor que ni lo abras.

En un primer tramo de la novela (en el aprendizaje del protagonista sobretodo) la novela recuerda por igual a toda esa literatura de aventuras clásica como a la novela picaresca de época. Una primera parte que además  goza de un humor socarrón e incluso, en determinados pasajes, indecente y bestia, que aparecerá en momentos impensables y a traición para arrancar una carcajada y luego continuar obligando al lector a engancharse todavía más a las vicisitudes del bueno de Zuvi.
Victus goza de una documentación detallada que es otro de los puntos fuerte del libro, no sólo a nivel explicativo, si no también con esas láminas insertadas que visualmente ayudan al lector tanto a situarse en el contexto histórico como a aprender cosa esenciales que ayudaran a disfrutar del viaje del ingeniero militar Martí Zuviría.
Poco a poco y progresivamente ese humor irá difuminándose (aunque no desapareciendo hasta casi el final) para mostrarnos como va desarrollándose una de las contiendas más sangrientas y cruentas de aquella época. Y el lector verá esa guerra desde el punto de vista de Martí Zuviría, anti héroe con una visión repleta de sarcasmo y cinismo corrosivo que convierte al protagonista en el eje de un relato de una objetividad que ya quisieran algunos libros de historia.
No hay personaje pequeño ni secundario en Victus. No importa si es ficticio o real, todos, en menor o mayor medida, tienen un protagonismo especial, aunque Martí lleve las riendas todos tiran del carro, por igual. Incluso los antagonistas de Martí resultan atractivos y repletos de un odiado carisma.

Victus llega a las cotas más altas de pura literatura, a literatura de la grande, de narración potente, a sólo un centenar de páginas cercanas al final. Con una narración fluida, intensa, atractiva, abrumadora, épica, por parte de Albert Sánchez Piñol, el autor, que consigue llevar al lector al centro de esa vorágine de dolor, al lugar donde la gente sufría más y donde luchaba hasta al final, haciendo que en éste confluyan tanto sentimientos a la vez que acabe sin aliento y sin lágrimas que derramar. El autor abofetea una y otra vez al lector con tantas imágenes, tantas veces ,tan fuerte  y con tal rapidez que lo desorienta y consigue que ello perdure varias horas después de haber terminado la lectura.
Y aun la derrota de ese fatídico 11 de septiembre de 1714 (no, esto no es un spoiler, es sólo historia) Albert Sánchez Piñol, consigue imbuir un resplandeciente halo de esperanza con una frase (una idea) final que podría definirse como sublime.


Victus. 1714 Barcelona, es un libro que en determinados momentos consigue hacer derramar tantos sentimientos a la vez que quizás, una vez lo acabes, te plantees no leer nunca más para no perder esa sensación.
"Ese 11 de septiembre de 1714 sufrimos tanto que el dolor tuvo que hacer cola para entrar en nosotros"

jueves, 10 de enero de 2013

El Experimento


De la mano de su profesor, dos estudiantes de psicología participan en un experimento que consiste en estudiar el expediente médico de un paciente de una clínica psiquiátrica privada de Berlín, donde hace años tuvieron lugar escenas de horror y que, actualmente, se mantiene cerrada al público. 
En medio de los acontecimientos se hallan el joven Caspar, un paciente que sufre amnesia, incapaz de recordar quién es, y también un asesino en serie conocido como el Destructor de almas. Tras el ataque a tres mujeres, el Destructor de almas centrará ahora su objetivo en el centro psiquiátrico. Cualquiera puede ser la próxima víctima…

Un profesor reúne a unos alumnos y por un módico precio les propone un experimento: ellos leen el expediente de un paciente mientras el observa sus reacciones.
Hasta ahí todo parece normal, si no fuera porque el expediente está lleno de dolor, muerte y sufrimiento.
El experimento que el profesor lleva a cabo implicando a varios alumnos obliga también al lector a ser otro conejillo de indias involuntario. Ya que una de las bases de ese experimento es leer un informe sobre unos hechos acaecidos tiempo atrás en un hospital. De esta forma tan original y curiosa el lector se verá inmerso en la historia mientras, a la vez, se siente identificado con los muchachos que se prestan a tan rara labor.
En la historia planteada por el escritor Sebastian Fitzek dos tramas se irán entrelazando (los que tiene que ver con el experimento y los terribles sucesos del hospital) poco a poco hasta tejer una maquiavela tela de araña. 

El experimento es un thriller de esos con asesino psicópata y grupo de personas intentando sobrevivir. Y si a eso le añadimos un hospital del que aparentemente no se puede escapar, el relato se vuelve de lo más claustrofóbico. Por añadidura, el personaje principal, un hombre de nombre Caspar, es un paciente que ha llegado recientemente al hospital con un grave problema de amnesia y con extrañas perdidas de conciencia que añaden más misterio y tensión al asunto. Y si con eso no bastaba, Sebastian Fitzek no se contentaba con un asesino al uso, así que el Destructor de Almas tiene una forma de "acabar" con sus victimas cuando menos original y retorcida. Terror psicológico asegurado.
La prosa de Sebastian Fitzek es sencilla, efectiva y terroríficamente adictiva. Consigue que te sientas atrapado pero que a la vez continúes leyendo hasta llegar a ese final repleto de sorpresas  y a ese epílogo que no aporta nada que el lector ya no supiera o como mínimo intuyera.
Cabe añadir también que los lectores más acostumbrados a este tipo de género puede que vayan adivinando parte de la trama. Pero los menos acostumbrados disfrutaran hasta la última página.
Sebastian Fitzek

El experimento de Sebastian Fitzek es una obra que se lee rápido, que arrincona al lector con su terror psicológico, pero que al final le sobra esa paja que se amontona en las últimas páginas y esa dichosa manía de explicarlo todo al dedillo. Pero aún así no ensombrece el disfrute de la lectura hasta el final.

martes, 8 de enero de 2013

Anita Blake, Cazavampiros 1: Placeres Prohibidos


De complexión menuda y lengua afilada, Anita Blake no es alguien a quien convenga subestimar: levanta muertos para ganarse el sustento, y la policía de San Luis recurre a ella cuando necesita asesoría en casos que involucran lo sobrenatural; está curtida en mil batallas y tiene licencia para matar vampiros. No siente simpatía alguna por ellos, pero contra todo pronóstico, se descubre investigando una serie de asesinatos... precisamente de vampiros.

Placeres prohibidos es el título del primer libro de la saga de Anita Blake Cazavampiros. En él conoceremos por primera vez a Anita Blake: una chica más bien menuda pero de armas tomar. Su profesión es levantar a los muertos mediante el antiguo arte del vudú, aunque eso no quita que muchas veces también se vea obligada a quitar de en medio a más de un vampiro.
En Placeres Prohibidos la protagonista se ve involucrada en una extraña trama de asesinatos. Los cadáveres han resultados ser todos vampiros. Antes de que se de cuenta, Anita estará en el ojo de ese peligroso un huracán.
Este primer volumen de la serie es sencillo de leer, lo que vulgarmente se conoce como un pasapáginas. La autora, Laurell K. Hamilton , imprime un ritmo frenético a la narración que sólo en determinados momentos pierde algo de fuelle pero no de interés. No esperéis una prosa repleta de florituras ni de grandes giros en la trama. Los diálogos dominan gran parte de la narración haciendo que la acción avance todavía a más velocidad.
Por la historia camparan un sinfín de seres sobrenaturales, (vampiros, zombies, ghouls, etc) algunos más o menos aceptados por las leyes de los humanos, otros simplemente viven escondidos por el evidente temor a ser rechazados. En la novela se nos describirá como viven, por donde se mueven, pero siempre a medias dejando así un halo de misterio
El tono de la novela es de película de terror de serie B: personajes clichés, historia sencilla, acción, amor, etc, todos los puntos buenos de una película de ese estilo los tiene. Aunque también tiene uno de los malos: a media novela, si sois de leer mucho, ya habréis descubierto el misterio.
Adaptación cómic

Quizás lo que más llama la atención de la novela de Laurell K. Hamilton a parte de la calidad del final (muy por encima de toda la narración y con un toque melancólico que os dejará el corazón resquebrajado), es como trata algunos temas tabú: sin miramientos ni mojigangas, directamente y casi de una forma políticamente incorrecta. Algo que sólo descubriréis si os da por hincarle el diente a la primera y amena novela sobre Anita Blake.
«Soy la Ejecutora y no salgo con vampiros. Los mato.»

viernes, 4 de enero de 2013

El libro de las cosas perdidas


En su dormitorio del desván, David, un niño de doce años, llora la muerte de su madre. Está enfadado y solo, con la única compañía de los libros de sus estantes. Pero los libros han empezado a susurrarle en la oscuridad, y, mientras se refugia en los mitos y los cuentos que su madre tanto amaba, descubre que el mundo real y el mundo imaginario han empezado a mezclarse. Mientras la guerra se extiende por Europa, David aterriza de golpe en una tierra que es producto de su imaginación,pero aterradoramente real...

David ha tenido que enfrentarse a la perdida de su madre y a la nueva vida de su padre en un lapso de tiempo demasiado corto. Ahora encima la guerra ha estallado y cada vez se halla más cerca de su ciudad. El único refugio que encuentra es en los libros y en esas pesadillas y sueños que poco a poco se irán haciendo más reales.
John Connolly es un autor que tiene a sus seguidores acostumbrado a la novela negra con algún que otro toque (en contadas ocasiones) difuso de hecho paranormal. Pero está vez ha creado algo totalmente diferente ya que El libro de las cosas perdidas es un cuento típico. Un cuento a la vieja usanza, como los de los hermanos Grimm. Pero nada de la versión endulzada que poco a poco ha ido llegando a los cines. Si no esas versiones originales de dichos cuentos en el que la crueldad, lo oscuro y lo macabro campaban a sus anchas

En El libro de las cosas perdidas asistiremos a la madurez del protagonista a través de un cuento que a su vez esta repleto de otros cuentos en un mundo de fantasía en el que los leñadores son héroes  los lobos pueden caminar a dos patas y los caballeros tienen libertad de elegir entre casarse con un príncipe o una princesa. Por esto último, y por algunos que otros detalles más, y sobretodo por el tono oscuro y en ocasiones lóbrego, El libro de las cosas perdidas es una novela mucho más cercana a los adulto que a los niños.

La historia, los personajes, todo cuadra con el entorno fantástico que John Connolly se ha sacado de la chistera. Además gracias a su narración (y a un diseño de portada que irradia magia) toma ese cariz de cuento clásico de toda la vida que los padres cuentan a sus hijos mientras ellos empiezan a quedarse dormidos. La única pega es que después de un inicio tan prometedor y una trama tan bien encauzada, el final es demasiado precipitado, casi no da tiempo a digerirlo y después de tanta fantasía y tanto cuento adaptado resulta algo simple. Correcto, pero simple.
John Connolly

Tras el cuento de Connolly hay lo que podría denominarse: los extras de la novela. Entrevista al autor, de donde salió la idea, en que cuentos se basó y, quizás lo mejor de estos extras, los cuentos originales.
El libro de las cosas perdidas es un cuento curioso, imaginativo, fresco a la vez que respetuoso con los clásicos de ese tipo de literatura, y aunque el final resulta un poco decepcionante vale la pena sumergirse en ese mundo de fantasía.