viernes, 23 de septiembre de 2016

5 razones para ver Narcos





4000 soldiers, tens of thousands of rounds fired, and a bunch of fucking helicopters. There was no way Pablo Escobar was getting out of this one”. Así empieza la segunda, y tan esperada, temporada de Narcos en Netflix. En el tráiler ya pudimos escuchar al agente de la DEA Sean Murphy expresando su asombro, no exento de frustración, al descubrir que, una vez más, Pablo Escobar les había dado esquinazo. Las fuerzas especiales colombianas, con ayuda de la DEA, jugando al gato y al ratón con el mayor narcotraficante de la historia: Pablo Escobar. Un tipo que llegó a amasar tanto dinero que, como no sabía qué hacer con él, simplemente lo enterraba. Un hombre que a pesar de utilizar la violencia, de utilizar los medios más sanguinarios para alcanzar sus metas, era muy querido por los sectores más humildes del pueblo colombiano. Con la serie Narcos podemos acercarnos a la figura de Pablo Escobar; tanto a los tramos verídicos de su vida como a aquellos que se han maquillado de ficción. Tal vez esto no sea suficiente para atraer vuestra atención. Es posible que penséis que esta no es vuestra serie. ¿Por qué debería, pensáis, ver esta serie? Os daré cinco razones.



1)Pablo Escobar: Interpretado por Wagner Moura, actor de origen brasileño muy célebre en su tierra que, con este papel, se ha dado a conocer (¡y de qué manera!) al mundo entero. Su interpretación es brillante, consiguiendo un Pablo con muchos matices: el Pablo familiar, el Pablo amigo de los humildes, pero también el Pablo al que hay que respetar o temer, el Pablo vanidoso y el Pablo que envejece y, ya  con la sienes salpicadas de canas, se siente agotado pero con ganas de lucha. En 2015 ya fue nominado a un globo de oro por este papel. Quién sabe, tal vez 2016 sea su, merecidísimo, año.



2)Detectives de la DEA: Una pareja de agentes compuesta por Sean Murphy (Boyd Holbrook) y Javier Peña (Pedro Pascal, al que reconoceréis por su brillante papel de Oberyn Martell en Juego de Tronos) que, aunque en un principio no acaban de encajar, poco a poco se convertirán en uña y carne. El primero, el gringo, se trasladará desde la apacible Miami, en donde está acostumbrado a tratar con hippies que trafican con marihuana, para caer en una guerra cruenta contra los narcotraficantes que manejan toneladas de cocaína. Es su voz, seca, rasposa y dura, la que va narrando los hechos mezclando seriedad con toques de sarcasmo, y que recuerda, agradablemente, al agente Art Keller de la sensacional novela de Don Winslow El poder del perro. Javier Peña es el agente que lleva más tiempo en el ajo y empieza a estar algo cansado de la cacería. A diferencia del agente Murphy, está muy acostumbrado a romper las reglas y a tener informantes de dudosa reputación que encuentra en prostíbulos o entre los propios narcotraficantes. La pareja irá evolucionando a medida que avance la trama. Para ambos se convertirá en una obsesión cazar a Pablo Escobar. Tanta tensión se rebaja de tanto en tanto con las bromas que se hacen entre ellos, el objetivo de las mayoría de chanzas es Murphy y su pobre entendimiento del idioma español.



3) Los malos son malos, pero los buenos también son malos: Cuando la caza de Pablo Escobar se vuelve el objetivo número del ejército de Colombia, todo vale. Atentos al cabronazo del militar Horacio Carrillo y a sus procedimientos de dudosa moralidad. ¡Qué gran personaje! Por no hablar de toda la corrupción que inunda todos los estratos sociales, desde periodistas que maquillan noticias hasta políticos que quieren sacar tajada. ¿La única pega? Los americanos son demasiado buenos; los inmaculados héroes, como siempre.



4)La banda sonora: Desde el tema principal que acompaña al opening (Tuyo de Rodrigo Amarante) y pasando por salsa, cumbia y hasta tangos. Todo temas latinos que en ocasiones te obligan a mover las caderas y en otras te dejan clavado al sofá por lo bien sincronizadas que está con la acción.



5) Engancha desde el principio: Es casi como si te metieras un poco de la mercancía con la que mercadeaban los narcos. Una vez empiezas no puedes parar. Una interesante historia (al estilo Breaking Bad pero sin, por desgracia, llegar a las cotas que alcanzó ésta), con buenos personajes y cargada de grandes dosis de acción que ocurren en el momento oportuno.




Cinco razones para ver Narcos, las primeras cinco que han abordado mi mente. Se me ocurren algunas más, pero para explicarlas debería destripar parte de la trama y sé que no me lo perdonaríais. Porque si hay algo peor que un narco cabreado es un seriéfilo cabreado porque alguien le hizo un spoiler de una serie.