lunes, 23 de diciembre de 2013

El nombre del viento



«Viajé, amé, perdí, confié y me traicionaron.» En una posada en tierra de nadie, un hombre se dispone a relatar, por primera vez, la auténtica historia de su vida. Una historia que únicamente él conoce y que ha quedado diluida tras los rumores, las conjeturas y los cuentos de taberna que le han convertido en un personaje legendario a quien todos daban ya por muerto: Kvothe... músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino. Ahora va a revelar la verdad sobre sí mismo. Y para ello debe empezar por el principio: su infancia en una troupe de artistas itinerantes, los años malviviendo como un ladronzuelo en las calles de una gran ciudad y su llegada a una universidad donde esperaba encontrar todas las respuestas que había estado buscando.

Patrick Rothfuss


Kote es un posadero. Un hombre tranquilo y hasta simple que se esconde de su propia leyenda. Pero por avatares de la vida deberá contar su historia. La de Kvothe, muchacho que fue capaz de llamar al viento tras sobrevivir a desafortunadas desgracias. Y desgranando su historia poco a poco irá desmintiendo mitos que se crearon en torno a su figura mientras asistimos a su propia madurez.



El nombre del viento es un libro sobre fantasía escrito de forma minuciosa y pausada. Con una prosa que en algunas ocasiones se torna casi lírica seguiremos a Kvothe, un aprendiz de mago, que busca a unos misteriosos y mitológicos seres para consumar una venganza. 
La fantasía que destila El nombre del viento se aleja muchísimo de la épica de la trilogía de El señor de los anillos o sagas como La dragonlance y se asemeja más a historias algo más intimistas como Un mago de Terramar de Ursula K Leguin. Con éste último título no solo comparte el cuidadoso tratamiento de los personajes, por encima de los hechos, si no también la mística y el poder que envuelven la magia de los nombres verdaderos. En El nombre del viento además nos encontramos con otras curiosas formas de magia que recuerdan a los juegos de rol (tanto de mesa como de videoconsola) en lo tratante a mezclar y combinar objetos. 



El amor y la amistad son el otro punto fuerte de la historia, haciendo que el personaje protagonista forje lazos que a más de un lector le recordará a sus propias vivencias. El humor también es algo que aparece en la novela de Patrick Rothfuss, un humor que consigue crear escenas hilarantes que por seguro arrancaran una sonrisa al lector. 
El único punto que desfavorece la historia es la sensación  de que tras ochocientas páginas apenas ha pasado nada, por culpa tal vez de toda esa paja que aporta poco y aburre demasiado y que aparece en algunos tramos de la historia ralentizando la acción de sobremanera.



El nombre del viento es una gran libro de fantasía con una prosa de gran calidad que como principal baza cuenta con un protagonista que irradia carisma y del que es imposible no encariñarse.


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