Empecé a leer a Terry Pratchett por Carpe Jugulum. No es ni de lejos
la mejor de las opciones, lo sé. Luego le siguió El asombroso Mauricio y susroedores sabios. ¡Bingo! Ese sí que es una maravilla. Seguidamente Brujerías y
El color de la magia. Ronda de Noche (delicia pura), Regimiento Monstruoso,
etcétera. La pauta siempre ha sido que leo sin seguir un orden; y,
sinceramente, no creo que por ello haya disfrutado menos de su obra. Es por ese
motivo que, habiendo leído las últimas, y más complejas, novelas del arco
argumental de La Guardia (Ronda de Noche, ¡Zas! y Snuff) ahora reseño el libro
con el que comenzó su andadura Sam Vimes, el personaje con el que siempre me he
divertido más de todos los que llegó a crear sir Terry.
En ¡Guardias! ¡Guardias! los protagonistas son la cochambrosa guardia
de Ankh-Morpork; en especial los que hacen la ronda nocturna, que, si cabe, son
todavía peor. Son expertos en dejar que los problemas ocurran sin que a ellos
les afecte demasiado. Así pues, la mayoría de las veces los esquivan. Pero esta
vez es un dragón de titánico tamaño el que acosa la ciudad, y va a ser difícil
escaquearse. Con lo cual, y sin que sirva de precedentes, la guardia se va a
poner a investigar. En definitiva: a hacer su trabajo.
¡Guardias! ¡Guardias!, y como el propio autor deja claro en las
primeras páginas, es una novela dedicada a toda guardia de la ciudad que, una
vez aparece el héroe, o el villano, en una novela de fantasía, son los primeros
en recibir una paliza. Esta es la primera novela en la que descubriremos a Sam
Vimes. Un tipo algo holgazán y borrachín, pero que sabe imponerse e impartir
justicia cuando es necesario; aunque eso no ocurra muy a menudo. Pero una
sucesión de acontecimientos harán que Sam Vimes se replanteé qué significa
pertenecer a La guardia turno de noche. El primero es la aparición de un nuevo
recluta llamado Zanahoria que derrocha
motivación por los cuatro costados. El segundo es un dragón, algo que podría
pasar desapercibido si no fuera porque están totalmente extinguidos.
Temía, y tras haber leído novelas más complejas de La guardia, que
esta trama me resultará menos divertida o entretenida. Si es cierto que es de
esa época en la que Pratchett “utilizaba menos la sátira”, era algo menos
oscuro y tiraba más del humor absurdo. (Aunque sin llegar a los extremos de las
primeras novelas de Rincewind). Pero Pratchett es Pratchett, así que no sólo
encontraremos una parodia a las películas de fantasía en las que un héroe lo
soluciona todo, sino que también hallaremos, en forma de ingeniosas frases
repletas de ironía, críticas punzantes sobre el racismo, el inmovilismo o el
egoísmo humano. Además es una delicia descubrir los inicios de Sam Vimes, de
Lady Sybil y sus curiosas aficiones, de Zanahoria y la historia de su clan, del
sargento Colon, del cabo Nobby Nobbs o del Bibliotecario, con el cual, en
algunas escenas llegué a descacharrarme de las risa. ¡Guardias! ¡Guardias! además es una novela negra de investigación; una en
la que prima el cachondeo, los momentos absurdos y la aventura a toda costa.
“A veces la gente era idiota. Pensaban que la
biblioteca era un lugar peligroso por culpa de los libros mágicos, cosa que era
cierta. Pero lo que la convertía de verdad en uno de los lugares más peligrosos
del mundo era el hecho de ser una biblioteca”.
Hola, no conocía tu blog, pero desde ahora ya tienes una nueva seguidora.
ResponderEliminarLa verdad es que este libro no es de mi estilo, así que voy a dejar pasar este título.
Gracias por la reseña.
Si te apetece conocer mi blog te espero en: Bibliotecaria recomienda…
Hola Bibliotecaria Recomienda.
EliminarAunque este libro no sea de tu estilo te recomiendo que leas algo sobre Terry Pratchett, fue un escritor muy prolífico, y aunque se movía como pez en el agua con la fantasía y el humor también escribió cosas algo más serias como: Nación.
Saludos, gracias por tu comentario y por seguirme y no dudes de que me daré un paseo por tu blog.