Una de las fantasías de
todo niño, y seguramente de muchos adultos también, es la de imaginar que por
algún tipo de magia incomprensible puede introducirse en su lectura preferida.
Navegar junto a piratas, luchar contra hordas de orcos, sobrevivir a un
apocalipsis zombie… Ser, en definitiva, el protagonista de la aventura o, como mínimo,
poder acompañar a ese personaje que tantas alegrías le dio y que logró, transportándolo a inmensas aventuras, desconectar de tu tediosa realidad. ¿Quién no lo ha
pensado alguna vez? De hecho, hay incluso algunos libros que juegan con esto,
sirva como ejemplo principal de este ejercicio de imaginación el libro escrito
por Michael Ende: La historia interminable.
Todos conocemos a
grandes rasgos la aventura contada en La historia interminable. El niño llamado
Bastián que en una tienda de libros antiguos descubre un libro de fantasía en
el cual, poco a poco, irá descubriendo que tiene un fuerte nexo con la
realidad. En cierto momento el propio Bastián se introducirá en el mundo que
relata el libro para salvar a sus conciudadanos de un mal que les acecha. La Ficción de Curt Pires y David Rubín (publicado por Astiberri) toma similar
esquema. Cuatro niños encuentran un libro antiguo que les permite acceder a un
mundo de fantasía. Por desgracia, uno de ellos se pierde en ese mundo. Los otros
tres deciden mentir (tampoco es que les fueran a cree) e inventar una historia
sobre su desaparición. Pero muchos años después, ya siendo adultos, el libro
vuelve para llevarse a uno de ellos. Los dos últimos del grupo deberán entrar
en el libro para salvarlo y descubrir que ocurrió.
Curt Pires (autor
canadiense al cual no conocía hasta ahora) crea una historia en la que lo fantástico
choca brutalmente con lo cotidiano. Una historia algo simple y rara que te
obliga a volver sobre lo leído más de una vez para ir encajando las piezas de
una narración que mezcla realidad, ficción y recuerdos. Los personajes tienen
cierto atractivo, pero no profundiza lo suficiente como para que el lector pueda acabar de
empatizar con ellos. Probablemente en sucesivas entregas este punto pueda ser
remediado.
Vayamos ahora al punto fuerte
de La Ficción: el dibujo. Esta era la segunda incursión en el mercado americano
del dibujante gallego David Rubín tras Aurora West. El autor de joyas como ElHéroe, Gran Hotel Abismo o Ether: La muerte de la última llama dorada, nos
brinda lo mejor de su arte. Rostros de mirada gatuna en las féminas y duras
mandíbulas en la mayoría de personajes masculinos; todos mostrando ligereza en
los movimientos, sin posturas forzadas. El mundo que se oculta en el interior
del libro al que acceden los protagonistas es simplemente sublime: personajes
de cuento que corretean por angostas callejuelas, paisajes que muestran una
enorme variedad cromática y seres retorcidos y monstruosos que esconden también
cierta belleza.
La Ficción de Curt Pires
y David Rubín nos brinda la oportunidad de sumergirnos en el interior de un
libro de fantasía , recorrer los extraños recovecos que se esconden en su interior y asistir a la eterna lucha entre el bien y el mal. Tal vez
la historia no sea de lo más original, pero está bien contada y
maravillosamente dibujada.
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