martes, 3 de julio de 2018

Buenos Presagios


Azirafel es un ángel guardián. Crowley un  ángel caído. Ambos son colegas, o al menos se toleran. Llevan vagando por la Tierra desde el principio de los tiempos, han asistido a miles de acontecimientos clave a lo largo de toda la historia de la humanidad pero ahora se acaban de enterar de que se acerca El Apocalipsis y que todo se irá al carajo. Y claro, ahora estaban bien, se habían acostumbrado a los humanos, a las contradicciones que los definen y a las ciudades pestilentes en las que viven. Azirafel y Crowley ven que se les acaba el chollo, así que contraviniendo las órdenes que cada uno ha recibido por parte de sus superiores deciden unirse para que El Apocalipsis no ocurra. Para ello deberán encontrar al niño en el que el anticristo tiene previsto despertar para liarla muy gorda.


Terry Pratchett y Neil Gaiman, Neil Gaiman y Terry Pratchett, tanto monta monta tanto pues en Buenos Presagios encontramos a partes iguales la esencia de los dos autores. Por una lado la capacidad de cuenta cuentos de la que goza Gaiman por el otro la imaginación desbordante y cargada de humor de Pratchett. Y aunque en algún momento parece desdibujarse esa esencia y mutar en un pastiche de situaciones absurdas que parecen no llegar a ningún lado, en general la novela tiene una historia que engancha lo suficiente como para que el lector no dude en seguir adelante para descubrir si la profecía de Agnes la Chalada se hará realidad.



La trama es un cachondeo padre con un sinfín de diálogos descacharrantes y situaciones absurdas. Además resulta una sátira de la película La Profecía, sobre todo cuando la narración pone el foco en Adan Young, el niño que podría llegar a convertirse en el anticristo. Pero por otro lado tiene su parte oscura. Una parte oscura que muestra el lado más desagradable del humano a través de los cuatro jinetes del apocalipsis. Aunque la luz siempre acabe atravesando las tinieblas para suavizar el dramatismo mediante el humor y la benevolencia surgida de los lugares (o personajes) más insospechados. Con todo la advertencia es clara: tanto el humor (el humor cargado de ironía y muy mala baba) como las cosas macabras nos son cosas de críos; aunque una buena parte de la novela esté protagonizada por unos mocosos, ¡pero vaya mocosos!

Los padres de la novela


Pero si hay algo que se deba resaltar de forma notable en Buenos Presagios es la química entre la pareja protagonista. Si realmente vale la pena leer esta novela es por todas esas escenas que comparten el ordenado y educado Azirafel y el chulesco Crowley. Escenas en las que acostumbra a desatarse el caos, no importa si es una fiesta de cumpleaños infantil, una partida de paintball entre compañeros de trabajo o dentro del coche del propio Crowley donde cualquier casete acaba convirtiéndose en una cinta del grupo Queen.

Crowley y Azirafel de carne y hueso


Buenos Presagios (que podéis encontrar publicada por Timun Mas) es una novela escrita a cuatro manos por dos escritores de talla expertos en entretener al lector. A pesar de que tiene algunas escenas sobrecargadas de chistes algo forzados la historia nos lleva a un viaje caótico y divertido que a su manera acaba siendo peculiarmente épico.

El bien y el mal uniéndose para no perder la buena vida 


Gracias a Neil Gaiman, que se ha implicado de forma arrolladora, la novela verá la luz en forma de mini serie en el 2019. Ahora mismo se encuentra en plena post-producción pero que en los papeles de Azirafel y Crowley encontremos a actores tan carismáticos como Michael Sheen o David Tennant hace presagiar (y esta vez no necesitamos profecías) lo mejor.

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