Inio Asano es un mangaka que sabe describir a la
perfección las diferentes etapas de la vida humana, siendo especialmente
sobresaliente en aquella en la que más hincapié suele hacer: la adolescencia. Ya lo hizo en El fin del mundo y antes del amanecer al mostrarnos su pericia a la hora de que el
lector quedará atrapado por un puñado de relatos que entrecruzaban las
mediocres vidas de diferentes personajes. Unos relatos que mostraban una falsa
apariencia de simpleza pues, a medida que avanzábamos en el manga, Inio Asano
iba profundizando paulatinamente hasta alcanzar un relato con gran carga
filosófica.
En Nijigahara Holograph Asano vuelve a esas historias de
cariz intimista, a ese slice of life
que con tanto mimo va construyendo, aunque esta vez el puzzle está totalmente
desordenado y el lector debe aceptar el desafío de montarlo a medida que va
leyendo. Además, esta vez, el relato aúna también un poco de terror
psicológico, misterio y podría decirse que hasta fantasía. Y es que la historia
se inicia con un terrible y cruel asesinato: la madre de una de las niñas de la
escuela aparece muerta en un túnel oscuro y abandonado. Un asesinato que dará
pie a alimentar leyendas de fantasmas que habían permanecido en letargo además
de revelar el lado más oscuro del ser humano; sobretodo el de los niños, que
deciden que la única forma de aplacar a los fantasmas es realizando un
sacrificio.
A partir de ese inquietante inicio todo se vuelve
extraño, casi onírico, a la vez que mundano y habitual. Hallaremos en las
páginas de este manga, excelentemente editado por Milky Way, desde terribles
asesinatos pasionales, escenas de bullying o de suicidio juvenil hasta
situaciones de reconciliación, de amor puro y de sacrifico. Lo mejor y peor del
ser humano se dan cabida en Nijigahara Holograph.
Resulta harto complicado explicar de qué va realmente
este manga sin desvelar algún punto clave, pero sí puedo comentar que el
concepto del efecto mariposa llega a tomar vida en su forma holística de un
modo casi literal. Así pues, las acciones que algunos personajes realizan repercutirán
de una forma u otra en las vidas de otros. También
se hace mención a la paradoja de la mariposa del filósofo Chuang Tse: “soñé que era
una mariposa. Al despertar ignoraba si era un humano que había soñado que era
una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era un humano.” Una fábula
en la que el pensador intentaba explicar cómo los sueños pueden alterar
nuestros estados de conciencia hasta el punto de incluso modificar las leyes del
espacio-tiempo.
Sí ahora
mismo estáis pensando que lo que vais a encontrar en Nijigahara Holograph es
una paranoia, no vais errados. Una paranoia que te obliga a releer, a tener la
sensación de que eres capaz de desenredar la maraña, de casi encajar las piezas…
un momento de revelación que dura unos pocos segundos, para luego descubrir con
desconcierto que todo vuelve a ser un complejo batiburrillo. Un revoltijo que
resulta una maravillosa y retorcida metáfora de la reconciliación de uno mismo
con sus diferentes yos, algo que al final solamente se consigue con la perspectiva
que otorga el paso de los años.
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