martes, 8 de mayo de 2018

Fariña


Pensar en narcotráfico a gran escala es pensar en países como Colombia o México, seguramente debido a todas esas películas que se han hecho sobre el tema. Series como Narcos o Breaking Bad no hicieron más que reforzar esa idea. Eso no significa que se ignore las grandes cantidades de mercancía que se han movido en España. No hay más que volver la vista atrás, a la década de los 80, y descubrir cómo toda una generación cayó en las redes de la cocaína o la heroína. Y si ponemos la vista en la actualidad, solo hay que encender la televisión y mirar las noticias para ver de qué forma las lanchas de los narcotraficantes se pasean impunemente por La Línea de la Concepción. Así pues, la respuesta es sí, si la pregunta es si tenemos grandes capos de la droga en España. Con todo, y debido a que siempre han mantenido un perfil bajo, los capos de la droga españoles han pasado bastante desapercibidos, a pesar de las toneladas y toneladas de cocaína y hachís que conseguían descargar en las costas gallegas. Y sin embargo, durante mucho tiempo fueron incluso personajes queridos en los lugares donde residían. Algo que parece increíble sin no exploramos un poco el contexto histórico de la zona. Y la mejor forma de hacerlo es a través del libro de Nacho Carretero Pou: Fariña.

El autor y su obra


He de ser sincero: jamás hubiera leído Fariña. Conocía la existencia del libro de no ficción que trataba sobre el narcotráfico en las costas gallegas, y la portada, mostrando un fardo de coca abierto que deja al descubierto el título, aunque me había llamado la atención no había conseguido atraparme lo suficiente. Así pues, ¿por qué leerlo? El primer factor para hacerlo, y el más importante, fue que en febrero de este año la censura se cernió sobre la obra. Una juez decidió secuestrar la publicación a petición de un ex-alcalde de O Grove que aparecía citado en el libro por supuestos vínculos con el narcotráfico. La jugada les salió mal. Las ventas del libro se dispararon en pocas horas, poniendo de manifiesto que la censura resulta una brutal estrategia de marketing. Por no mencionar que a pocos días de ese suceso se iba a estrenar una serie de mismo nombre basada en la novela. Segundo y definitivo factor que me hizo leer la novela.

Fariña: la serie


En Fariña, Nacho Carretero Pou no solo habla del narcotráfico que asoló Galicia y por ende España, sino que hace un viaje al pasado más remoto de las tierras gallegas para mostrarnos cómo los habitantes del lugar ya trapicheaban con la mercancía de todos aquellos barcos que embarrancaban en la costa. De ahí al estraperlo, en grandes cantidades, de tabaco y poco después a la cocaína y al hachís. El autor hace una profunda radiografía de todas las familias de capos (Los Charlines, el clan de Oubiña, Sito Miñanco, etcétera) además de las múltiples operaciones de descargas. Asimismo hace con las operaciones policiales que se llevaron a cabo para echarles el guante. Muchos datos, lugares y fechas que llegan a resultar un embrollo y a cansar pero que ponen de manifiesto que los capos actuaban impunemente gracias a políticos y oficiales de policía corruptos. La mejor parte del libro, en mi opinión, es aquella que muestra la lucha de las madres que vieron como sus hijos caían en la droga y pagaban un alto precio mientras los capos que la vendían se salían con la suya. Estas madres, con Carmen Avendaño a la cabeza, crearían la  asociación Érguete, una entidad que sacaría los colores a los corruptos y que pondría contra las cuerdas a los capos.

El actor Javier Rey en el papel del narco Sito Miñanco


Fariña, publicado por la editorial Libros del K.O., resulta un libro más esclarecedor que entretenido. Una obra dura, además de un gran trabajo periodístico, que nos muestra un entramado criminal que afectó (y todavía afecta), de una u otra forma, a todos los estratos sociales de nuestra sociedad.



La serie de Fariña fue estrenada a finales de febrero de este año. No sigue al pie de la letra lo contado por Nacho Carretero en su obra pero sí que, y en ocasiones con algún que otro retoque, muestra los puntos más cruciales. Como personajes principales tenemos a Sito Miñanco (Javier Rey) y al sargento Darío Castro (Tristán Ulloa). A través de ellos dos, y a lo largo de 10 capítulos que abarcan casi diez años de historia, los espectadores seremos testigos de cómo unos contrabandistas de tabaco acabaron convirtiéndose en los mayores capos de España.


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