Toda saga tiene su comienzo, eso rezaba en el tráiler y en el póster, y eso nos prometió George Lucas a los fans y a los espectadores en general; con esta película por fin descubriríamos como empezó todo.
El principio se las prometía: las típicas letras que ascienden y nos hacen un resumen de lo acaecido, el título y el tema principal de John Williams de sobras conocidísimo, pero...eso ya era de esperar.
La película iba avanzando y aunque había espadas láser y jedis utilizando la fuerza algo faltaba. ¿Tal vez la magia de la trilogía original? O quizá un poco de profundidad en la historia que resultaba algo lineal, sosa e infantil. Incluso algo sobraba: Jar Jar Binks.
La perfección técnica era incuestionable y más tras asistir a la vertiginosa carrera de vainas, pero el halo que caracterizaba la trilogía original estaba muy diluido en La amenaza fantasma.
Pero a pesar de todo... ¡era Star Wars! Y estábamos asistiendo a la infancia del que en un futuro sería el más malvado sith de la galaxia. Y de su primer encuentro con Obi Wan (un padawan por aquel entonces) el que finalmente sería su maestro... Y había un sith con un rostro terrible y una espada de dos filos que conseguía ponerles las cosas difíciles a los protagonistas. E incluso John Williams había creado un nuevo tema que sonaba estupendamente (Duel of fates).
Y entonces parándote a reflexionar llegabas a la conclusión: La amenaza fantasma era todo un gran ejercicio de imaginación, que no llegaba a la altura de las películas clásica (ni de lejos), pero que tampoco era tan mala como más tarde muchos fans de las facciones más extremas intentaron vender.
------------------------------------------------------------------------------------
Corren tenebrosos tiempos para la República, que continúa envuelta en luchas y sumida en el caos. Un movimiento separatista, formado por centenares de planetas y poderosas alianzas encabezadas por el misterioso conde Dooku, amenaza la galaxia. Ni siquiera los Jedi parecen capaces de conjurar el peligro. Este movimiento provoca el estallido de las guerras clones, que representa el principio del fin de la República. Para allanar el camino, los separatistas intentan asesinar a la senadora Padme Amidala. Para evitar futuros atentados, su seguridad es encomendada a dos caballeros Jedi.
Al entrar en la sala más de uno cruzó los dedos y mentalmente rezó: por favor que sea mejor que el EpisodioI. Y así fue. Ofrecía unos efectos especiales increíbles, insuperables por ninguna otra película de aquel momento. Asistimos a escenas tan míticas como ver luchar (con una agilidad pasmosa) al maestro yoda. Descubrimos al padre de Bobba Fett y el importante papel que tendría en la creación de un ejercito. Y poco a poco el espectador notaba que Anakin Skywalker ya no era aquel muchachito tierno y gracioso que conocimos en el anterior film.
Pero esta película también tiene su borrón, de hecho, varios. Los diálogos a veces son algo estúpidos e insulsos. La pareja de Anakin y Padme no tienen química y su amor es poco creíble.
Sí, ciertamente es mejor que La Amenaza Fantasma. Y sí, es un gran entretenimiento. Y por supuesto no deja de ser una buena película de Star Wars. Pero de nuevo la gente salía del cine tras haber disfrutado echando de menos haber visto algo más...
-------------------------------------------------------------------------------------
El episodio final de la nueva trilogía deparó una sorpresa a espectadores y críticos: Lucas por fin conseguía que la magia volviera a la saga. El circulo se cerraba y el puzzle se completaba a la perfección dejándonos con la boca abierta en la media hora final. Para todos aquellos fans que habían conservado la fe en volver a ver algo notable el Episodio III: La venganza de los Sith, les daba algo excelente. En todo. El guión tomaba un rumbo más acorde con la saga que todos conocíamos desde hacía muchos años y los diálogos gozaban de un poco más de profundidad (la necesaria para estas películas).
El Episodio III además nos dejaría muchas escenas que quedarían grabadas en nuestra retina y recuerdo: La ejecución de la Orden 66 (más de un romántico soltaría una lagrimita). El triste exilio de Yoda. La transformación de Anakin en Vader. Y como no, el nacimiento de Luke y Leia.
Sin duda esta nueva trilogía no superaba a las películas clásicas pero servía para cerrar una saga que en su totalidad se ha convertido ya en parte del imaginario colectivo.
Parece ser que las nuevas perdieron un poco del encanto que tenían las películas originales. Aún así cuadraron muy bien la historia. Aunque las vi hace tiempo y no las recuerdo mucho.
ResponderEliminarEsta nueva saga tenía un gran rival a batir: la saga clásica que contaba con un arma secreta: La nostalgia de los espectadores. Un arma secreta que sólo se consigue con el paso de los años. El tiempo dirá si esta nueva trilogía, como el buen vino, mejora.
EliminarDe esta nueva saga yo me quedaría con la tercera que tiene escenas que me ponen los pelos de punta, pero para mí ninguna está al nivel de las antiguas.
ResponderEliminarReconozco que yo fui una de las que puso a parir la primera película, pero cuando la vi de nuevo no me pareció tan mala. La segunda es entretenida y lo mejor es ver luchar a Yoda, todavía recuerdo las exclamaciones y gritos que se originaron en el cine.
Estoy de acuerdo con tu opinión al 100%.
EliminarYo fui uno de esos que ante la emoción de ver luchar a Yoda alzó la voz en el cine más de lo debido :P