jueves, 12 de febrero de 2015

Diario de Hiroshima de un médico japonés




En este Diario, casi cada página invita a la reflexión. De él se aprende más que de cualquier descripción posterior, pues uno comparte, desde el principio, el carácter misterioso de lo sucedido: todo es absolutamente inexplicable. En medio de su propio sufrimiento, entre cientos de muertos y heridos, el autor intenta reconstruir paso a paso la situación; sus sospechas cambian a medida que se entera de nuevas cosas y que éstas van convirtiéndose en teorías que exigen ser comprobadas.


El 6 de agosto de 1945 fue soltada sobre Hiroshima una bomba nuclear. Tres días después una bomba similar estallaría sobre Nagasaki. El libro que hoy nos ocupa de título algo extenso (Diario de Hiroshima de un médico japonés: 6 de agosto- 30 de septiembre de 194) nos habla de la primera de aquellas bombas que pusieron fin a la segunda guerra mundial y de lo que dejó tras de sí. El autor del libro es Michihiko Hachiya, un médico japonés que vivió en sus propias carnes las devastación y que tuvo que lidiar con la multitud de heridos que dejó la hecatombe. Con una narración más bien falta de emoción, pero realmente descriptiva, el autor habla del estado en el que quedó el hospital y las penurias a las que se enfrentó el personal para poder tratar a sus pacientes. Por otro lado los médicos descubren que  una nueva enfermedad, que rápidamente asocian con la explosión pero que no saben como tratar sintiéndose muy impotentes, está acabando con amigos, familiares y pacientes.
Aunque la narración es muy típicamente japonesa - frases casi telegráficas y casi denotando falta de empatía- el autor nos explica algunas escenas esperanzadoras, historias de terceros como amigos o familiares y descripciones del estado de la ciudad. En el libro nos topamos con pasajes desgarradores y horrendos, como la cremación de cadáveres o la forma en la que se marchitan los enfermos y que contrastan con las ganas de vivir y de incluso continuar bromeando de los que consiguen superar la enfermedad y sobrevivir.  Aún así casi todo lo relatado transcurre en el hospital y en ocasiones se vuelve tedioso y repetitivo contando una y otra vez como progresan los pacientes y que síntomas tiene uno u otro.



Diario de Hiroshima de un médico japonés es un gran documento sobre los momentos posteriores a la caída de la primera de las bombas atómicas y narra de forma correcta no sólo el desastre sino también las vidas de los ciudadanos y sus costumbres.

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