lunes, 1 de febrero de 2016

El fin de la infancia. Reseña + Tráiler.




La aparición de unas naves colosales que se distribuyen sobre la faz de la Tierra hará saltar todas las alarmas a nivel global. Ante un ataque que nunca llega la duda e incertidumbre produce ansiedad. Poco después los extraterrestres se presentan como los Superseñores y sorprendentemente utilizando ciertas medidas de fuerza pero nunca la violencia consiguen acabar con todo aquello que preocupa a la raza humana: enfermedades, guerras, pobreza, maltrato animal o el reggaeton (esto último no lo dicen pero se sobreentiende) creando de esta forma una sociedad perfecta. Una utopía.
Pero las dudas siguen medrando en la mente de los humanos: ¿Por qué no se muestra? ¿Por qué hacen todo esto? Y la más importante de todas, ¿qué quieren a cambio?



Arthur C. Clarke, conocido autor de ciencia ficción sobretodo por su novela 2001: Una odisea del espacio que más tarde adaptaría Stanley Kubrick, nos plantea un escenario al principio sobrecogedor con la llegada de esos seres capaces de todo y a medida que avanza la novela nos inducirá a dudar de ellos al igual que cualquier otro humano de la Tierra.
Es cierto que al principio temí encontrarme ante una novela espesa en la que se centrará demasiado en el tema político. Por suerte esa sensación desaparece a las pocas páginas y en gran medida ayuda una prosa fluida, amena, muy cercana; cargada de diálogos en los que plantea ideas y explicaciones fáciles de entender y digerir.

Arthur C. Clarke flipando con su propia obra


La trama se mueve a los largo de varias generaciones de humanos y toda ella está bien urdida, sin ningún tipo de fisuras. Algo que sin duda consigue que te aferres al libro y no lo sueltes hasta el último momento. Y a medida que vas descubriendo poco a poco los misterios de los Superseñores vas enganchándote más a la lectura. Además el autor a lo largo de la novela plantea ciertas reflexiones, en especial las relacionadas con mundos utópicos, la perdida del libre albedrío y el entendimiento entre razas dispares de forma fluida y sin lastrar ni la trama principal ni el disfrute.



El final, y un poco antes algunos pasajes previos, puede que nos dejen de las narraciones más bellas e imaginativas de la literatura contemporánea; con ese punto agridulce y melancólico, bastante optimista, hasta cierto punto, y un sutil toque naif. Un final de esos que te deja meditando incluso minutos después de que hayas cerrado el libro.



De la mano de SyFy a finales del año pasado se pudo disfrutar de la adaptación de esta obra de Arthur C. Clarke.  Por el momento os dejo el tráiler de la miniserie de Chilhood's End (El fin de la infancia ) para que vayáis abriendo boca. Si consigo verla os cuento...


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