118.000 parece ser la
cifra mágica, pues, al igual que el año pasado, ha sido este el número de
visitantes que ha recibido el 36 Salón del Cómic de Barcelona, revalidando así
la cifra de asistentes del año pasado.
Exposición: Las revistas del boom del cómic para adultos |
Para empezar, queda
claro que la gente de Ficomic ha minimizado las molestias que debe sufrir el
asistente a la hora de acceder al recinto a mínimos aceptables. Siguen
realizándose colas pero estas ocurren dentro de una inevitable normalidad.
Las revistas que lo petaron desde finales de los 70 a principios de los 90 |
Nada más acceder al
recinto (y a pesar de que ya lo sabíamos) nos chocó encontrar tanto vacío. Si el año pasado comentaba que cada vez se aprovechaba mejor la Plaça Univers,
este año, como si hubieran decidido llevar la contraria, han convertido este
lugar en un vasto erial (con excepción de alguna que otra food truck) en el que
los visitantes se dejaban caer agotados como lo hace un sediento en un desierto
cualquiera. Una zona decadente que al menos resultaba un lugar adecuado para
comer y recuperar fuerzas.
Star Wars en la Fan Zone |
Tras cruzar el páramo
inhóspito conseguimos llegar al recinto P.5. Lo primero que encontramos es la
Fan Zone. Allí se reúnen los expositores de Star Gate, Star Trek, Star Wars y
alguna que otra “star” más. Es en el fondo de este recinto donde hallamos la primera
de las exposiciones. Una expo marcada para mayores de 18 años. Chavales de 15,
16 o 17 años, que acceden libremente a internet cada día y a todo tipo de
contenidos, se quedaban a las puertas mientras niños de 6, 7 u 8 años accedían
junto con sus padres. Sin comentarios.
Revistas del boom del
cómic para adultos era la susodicha exposición. Aquí pudimos encontrar originales de
revistas como Cimoc, el Cairo o el Víbora. Revistas que han significado mucho
en el panorama comiquero español.
No lejos de allí, en un
rincón algo desangelado, se encontraba una de las exposiciones estrella: Expo
Jack Kirby. Un buen puñado de originales, aunque no los suficientes como para
hacer justicia, mostraban el gran trabajo de Jacob Kurtzberg (más conocido como
Jack Kirby) creador junto a Stan Lee de personajes míticos como Los 4
Fantásticos o Ironman.
La expo de Jack Kirby al completo |
De aquí, y sin perder ni
un minuto más, al nivel dos de esta misma sección. En la sala 3 estaba a punto
de empezar una master class impartida por David Rubín; o eso parecía. Cambios
de planes y retrasos. Lo peor de todo es que no había nadie que informara sobre
el asunto. Cuando estábamos a punto de darnos por vencidos, apareció una chica
con la tan preciada información. Por fin pudimos acceder a la sala. Dave Mckean
estaba terminando su master class cuando entramos, y a continuación tomó el
testigo David Rubín para explicarnos a los asistentes cómo se debe leer un
cómic y todos esos recursos narrativos, a nivel visual, que se utilizan en el
noveno arte. Un placer, como siempre, escuchar a este autor. Es casi como
charlar con un colega mientras te tomas una birra.
Expo Martín Saurí |
Contiguo al palacio 5,
en el palacio 4 se encontraban la mayoría de las exposiciones. Algunas
dedicadas íntegramente a autores: como la de Martín Saurí (ganador del Gran
premio del Salón Internacional del cómic 2017), Javi Rey (autor revelación
Divina Pastora 2017) o Jaime Martín con su aclamada obra Jamás tendré 20 años.
Otras se centraban en obras: como los covers creados por distintos autores para
el cómic Dead Inside o la exposición estrella del salón que estaba íntegramente
dedicada a Superlópez.
Exposición sobre el autor Javi Rey |
Detalle exposición Superlópez |
Objetos utilizados en la película Superlópez |
Había incluso una exposición muy especial, y necesaria,
en la que 500 autores realizaban una ilustración, la exhibían y seguidamente se
procedía a su subasta. Lo recaudado era para los refugiados. Por cierto, cada
dibujo también se puede descargar a cambio de un donativo. Más información en:
www.dibujosporsonrisas.org
Dibujos por sonrisas: una exposición solidaria |
Tras comer en el páramo
conocido como Plaça Univers encaminamos nuestros pasos al Palacio 2 donde se encontraban
todos los expositores de venta. Cómic nuevo, viejo, de ocasión, de segunda
mano, fanzines, y un poco de merchandising… vamos, lo de cada año. En una de
las esquinas más alejadas del recinto se encontraba la Zona Nintendo con el videojuego
de Donkey Kong Country: Tropical Freeze
como principal atractivo. En la otra esquina la zona más familiar del salón:
Comic Kids. Aquí los más peques podían disfrutar de un sinfín de actividades
junto a sus padres.
Visitantes del salón dándole a los botoncitos |
Este 36 Salón
Internacional del Cómic de Barcelona me ha dejado un sabor de boca agridulce. Mientras
que ubicar las master class, presentaciones y mesas redondas en salas alejadas
del bullicio de los expositores y exposiciones me parece un gran acierto, no
puedo dejar de pensar en todos esos espacios vacíos o el
que hubiera menos exposiciones que el año pasado (siendo además estas más pequeñas).
A esto hay que añadirle el incremento de un euro en la entrada. La sensación
final ha sido de dar más a cambio de menos. Espero que en posteriores ediciones
podamos volver a ese salón de 2017 que casi rozaba la perfección.
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