jueves, 3 de abril de 2014

Los tres mosqueteros


Los tres mosqueteros relata las aventuras de cuatro hombres de armas, amigos inseparables, durante el reinado de Luis XIII de Francia. D’Artagnan, listo y valiente, que llega de su provincia con muchas aspiraciones y poco dinero, conocerá a tres valientes mosqueteros del rey: Athos, Porthos y Aramis, con los que vivirá mil peripecias, siempre en pugna con los guardias del cardenal Richelieu y sus maquiavélicos planes. El amor de D’Artagnan por Constance Bonacieux, camarera de la reina Ana, da origen al episodio central de la novela, seguido de otros llenos de intrigas, pasiones, hechos de armas y aventuras en una de las épocas más interesantes y conflictivas de la historia de Francia. 


Dartagnan, un muchacho gascón tan listo como cabezota, llega a París con unas monedas en el bolsillo y la firme determinación de convertirse en mosquetero. Por el camino, y de forma separada, tres caballeros le insultaran de diferentes formas y el no vera más solución que batirse en duelo con cada uno de ellos. Estos caballeros no son más que los mejores mosqueteros de la corte francesa: Athos, Porthos y Aramis; y aunque parece que la relación entres los tres mosqueteros y el joven Dartagnan ha comenzado con mala pata poco a poco y tras varias aventuras se convertirán en grandes amigos.


Si pensamos en un libro, un clásico de aventuras de capa y espada es probable que el primero que nos venga a la mente sea este, Los tres mosqueteros. No en vano a lo largo de la extensa historia los protagonistas no terminan con una aventura y ya están empezando otra, algo que hace que el libro fluya con rapidez hasta el final. Secuestros, intrigas de corte, amoríos secretos, asesinatos, robos de joyas y muchas luchas con espada, pistola y mosquete es lo que nos vamos a encontrar en este libro. Además de eso hay cabida para el amor, historias tan tiernas y prohibidas como la de Dartagnan y la hermosa Constance Bonacieux. O la de Athos con Madame de la Chapelle de la que prefiero no hablar mucho y dejaros el misterio. 
El humor, un humor muy fino, también puebla la novela de Alexandre Dumas, humor que en algunos casos se intercala con luchas encarnizadas o misiones arriesgadas (a tener en cuenta el capítulo en el que los mosqueteros hacen una apuesta curiosa sobre un desayuno y el raro lugar en donde disfrutaran de él).
Los personajes, todos y sin excepción, tiene una marcada personalidad que consigue que te encariñes con unos, odies a otros y que con algunos no sepas si hacer lo uno o lo otro. Los mosqueteros aún siendo los buenos de la novela sorprenden con algunas reacciones o tretas en las que rompen las reglas para ganar; y los malos, como el Cardenal Richelieu o Milady deWinter, son ese tipo de personas con el que no desearías enemistarte.
Alexandre Dumas demostró con esta novela tener un gran conocimiento de la Francia de la época de Luis XIII, además de estar dotado de una gran capacidad para mezclar hechos reales con ficticios.
A pesar de que la novela goza de un ritmo sublime es casi al final cuando ese ritmo cae en picado y, como si de una montaña rusa se tratase, vuelve a alzarse hasta la cumbre para ofrecernos un final mítico.


Los Tres Mosqueteros es una novela muy recomendada que ensalza la amistad y la lealtad por encima de todo y que no defraudará a nadie que busque unas buenas aventuras.

"Todos para uno y uno para todos"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Inserta tu opinión aquí...