viernes, 11 de noviembre de 2011

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo


Tooru Okada, un joven japonés que acaba de dejar voluntariamente su trabajo en un bufete de abogados, recibe un buen día la llamada anónima de una mujer. A partir de ese momento la vida de Tooru, que había transcurrido por los cauces de la más absoluta normalidad, empieza a sufrir una extraña transformación. A su alrededor van apareciendo personajes cada vez más extraños, y la realidad, o lo real, va degradándose hasta convertirse en algo fantasmagórico. La percepción del mundo se vuelve mágica, los sueños son realidad y, poco a poco, Tooru Okada deberá resolver los conflictos que, sin sospecharlo siquiera, ha arrastrado a lo largo de toda su vida. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo pinta una galería de personajes tan sorprendentes como profundamente reales. El mundo cotidiano del Japón moderno se nos aparece de pronto como algo extrañamente familiar.

Haruki Murakami tiene un don especial para convertir algo normal, nimio y a veces casi aburrido en una historia que funciona. En gran medida es gracias a sus forma de narrar, en la forma de cambiar de ritmo ayudando al lector a seguir; prácticamente dándole pequeños empellones para que continúe mientras él sumerge la historia entre metáforas y reflexiones.
La portada catalana tiene más encanto
Aún así, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo no me ha acabado de convencer. A la historia le cuesta horrores arrancar, y el protagonista, aunque muy bien tallado, está exento de carisma. Hay muchos pasajes de la historia en las que no ocurre nada y que Murakami se los podría haber ahorrado descargando así el peso de toda esa paja, mucha más de la que nos tiene acostumbrado, que lastra el relato llevándolo por encima de las 900 páginas. 
Los demás personajes son misterioso e increíblemente raros, y consiguen con sus historias aliviar e insuflar más oxigeno para continuar con la trama principal. (Especial mención para Boris el despellejador, Mamiya y Cinnamon).
El final, eso sí, es perturbador y agobiante, muy agobiante, y, hasta cierto punto esclarecedor. Todo lo esclarecedor que se puede esperar en una novela de Haruki Murakami.
Mi consejo es: leed este libro antes que Kafka en la Orilla (superior en todo), pues luego no podréis valorarlo con la suficiente subjetividad


2 comentarios:

  1. La portada catalana es mucho más mona ^^
    No creo que lo lea, es muy largo y me da pereza XD

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  2. Yo tengo ganas de leerme uno de los libros "realistas" de este autor. Tokio blues (que mal traducido madre mía) por ejemplo.

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